PROPUESTAS DE ACTUACIÓN II (MEDIO BIOLÓGICO)

por Ramiro

por Jesús, Ramiro y Laura

Regeneración del ecosistema de ribera
La actuación pretendida, es la de recuperación de un soto fluvial aprovechando una banda de protección activa que abarque, como mínimo, los límites de la avenida ordinaria ampliada en ambas márgenes por dos zonas laterales de mayor o menor anchura, dependiendo de la vegetación autóctona existente y de la presencia de terrenos de transición al tejido urbano consolidado, susceptibles de regeneración natural.

El bosque fluvial resultante, de importante función ecológica, deberá ser autosostenible aunque sea necesario aportar riegos en los primeros años, hasta que se desarrollen los sistemas radiculares.

  • Pradera arbolada: Comunidad no ligada al soto fluvial, y de aplicación tan solo en la margen izquierda del subtramo en proximidad a la Gran Vía. Se sembrarán especies herbáceas encespedantes y ejemplares aislados de álamos Populus alba.
  • Comunidades pioneras: Estrato herbáceo y arbustivo más próximo al cauce y a su influencia directa. No se incluye su plantación porque su recuperación es natural a partir de las semillas que aporta la corriente fluvial.
  • Sauceda y chopera: Plantación de estrato arbóreo a partir de sauce Salix alba y chopo Populus nigra.
  • Olmeda y fresneda: Plantación de estrato arbóreo en la que se alternarán, de forma aleatoria, al igual que en la comunidad anterior, fresnos Fraxinus angustifolia y olmos Ulmus minor.
  • Estrato lianoide: Para tapizar los muros de estabilización en los límites del ámbito de actuación, se plantarán especies de ribera propias del estrato lianoide: Hedera helix, Clematis vitalba y Humulus lupulus.

Métodos de actuación

Técnicas de plantaciones

  • Estaquillado: este método consiste en introducir en el sustrato estaquillas de plantas leñosas, capaces de arraigar y desarrollar una planta adulta, de longitud y grosor suficiente para que puedan ser clavadas en el suelo como estacas. Cuando las estaquillas arraigan crean una matriz de raíces que estabilizan el suelo por refuerzo y cohesión de sus partículas, y reducen el exceso de humedad. Esta técnica será utilizada de forma predominante para la plantación de chopos, aunque también será utilizada en menor medida para los sauces.
  • Fajinas: son manojos de ramas y tallos atados en forma de uso que se colocan en el fondo de zanjas poco profundas, recubriéndolas parcialmente de tierra. Para evitar que se muevan pueden fijarse con estacas de madera o con estaquillas de la misma especie empleada en la construcción de las fajinas. Esta técnica será utilizada de forma predominante para la plantación de sauces, aunque también será utilizada en menor medida para los chopos.
  • Plantones: pies de planta procedentes de vivero con cepellón, para el caso del estrato lianoide y fresno. Los módulos de plantación intentaran recrear lo más fielmente posible la complejidad de los bosques de ribera.

Regeneración del olmo

Debido al buen estado de conservación de los pies de planta de esta especie, no llevaremos a cabo ninguna actuación en particular, permitiendo su regeneración natural.

Erradicación de las especies exóticas
Eliminación de especies invasoras, en especial el ailanto, que se está convirtiendo en un problema de invasión biológica muy grave y que, además de desplazar a la vegetación riparia, puede producir daños en infraestructuras y elementos urbanos.

Características ecológicas del ailanto
Ailanthus altísima es una especie perteneciente a la familia Simaroubaceae y originaria de China. Se importó a muchos países con fines ornamentales, así como para la fijación de taludes, debido a su rapidez de crecimiento. Esta especie se reproduce tanto desde semillas como de rebrote. Las semillas son fácilmente arrastradas por el viento y tiene un porcentaje de viabilidad muy elevado. La mayoría de los pies de planta comienzan a reproducirse a los 10-20 años, no obstante los rebrotes de 2 años pueden producir frutos y se han visto florecer plántulas de 1 año. El ailanto está adaptado a una gran cantidad de tipos de suelos, tolera la sequía y los suelos rocosos, hasta el punto de abrirse camino entre las grietas del pavimento. Es común en zonas urbanas, sitios perturbados y es una especie pionera en la sucesión. Además de su prolífica reproducción vegetativa, se ha comprobado que el ailanto tiene efectos alelopáticos sobre muchas otras especies, actuando como un inhibidor de la sucesión. Todas estas características muestran un perfil muy agresivo de especie exótica invasora, haciendo del ailanto un enemigo a combatir en nuestros ecosistemas.

Métodos de erradiación y control del ailanto

Control mecánico

Las plántulas de pequeño porte pueden ser erradicadas por arranque, preferentemen­te antes de que produzcan semillas. No obstante, en caso de plántulas con un sistema radicular ya bien desarrollado, será imposible retirar la totalidad de las raíces del suelo. Estas raíces remanentes rebrotarán y, por lo tanto, habrá que eliminarlas antes de que lo hagan, lo que requiere una fuerte inversión en tiempo y dinero.

Las técnicas de tala o anillado (tala de corteza y cambium) son fáciles de llevar a cabo y no requieren una gran inversión económica ni de personal. La tala presenta el problema de estimular fuertemente la aparición de brotes, lo que hará necesario repe­tir la operación varias veces por temporada. En el caso de anillado, esta puede ir acompañada de un tratamiento herbicida aplicado localmente en la tala. Teniendo en cuenta la fuerte capacidad de rebrote que caracteriza esta especie, es obligatorio realizar un monitoreo de la zona hasta un año después de la eliminación del último rebrote. El control mecánico es totalmente inútil de realizarse en una única ocasión. Recientes estudios en parques naturales en Estados Unidos, indican que las técnicas de tala no sólo no fueron efectivas para la eliminación del ailanto, sino que, además, causaron un aumento en la densidad de individuos en el parque, por lo que dichas investigaciones desaconsejan totalmente su uso. En otros casos, el control mecánico se recomienda sólo para pequeñas zonas y únicamente como paso previo al control químico.

Control químico

Se realiza, básicamente, mediante estos tres fitocidas: imazapyr, glifosato y triclopir. El tratamiento herbicida contra Ailanthus puede ser aplicado bási­camente de tres maneras. Por una parte, se puede hacer una aplicación foliar (con glifosato al 4%, como por ejemplo), bien con mochilas o bien con aplicaciones de alto volumen si la densidad de individuos es muy elevada. Esta técnica está considerada como muy efectiva y renta­ble. No obstante, es evidente que, dado el porte de esta especie, la aplicación provo­cará la deriva del herbicida, que al ser no-específico tendría consecuencias negativas en la flora nativa.

Existe una técnica más refinada e innovadora que las anteriores. Consiste en insertar a lo largo de la base del tronco cartuchos con imazapir, principalmente (E-Z-Ject). Causando la mortalidad más elevada de todos los métodos citados anteriormente.

Sin embargo no debemos dejarnos convencer tan fácilmente por el uso de estos fitocidas. No hay que olvidar que en primer lugar es necesario comprobar los posibles efectos que tendrían sobre la vegetación y fauna de la zona a restaurar. Los resultados obtenidos por Lewis en 2007 ponen de manifiesto el peligro de la aplicación de estos compuestos exógenos al sistema. Las pruebas se realizaron para testar los efectos secundarios utilizando en sistema E-Z-Ject. Se llegó a la conclusión de que debido a al gran extensión del sistema radicular del ailanto, no sólo se veía afecta el árbol tratado, sino también aquellos ailantos y árboles autóctonos presentes, demostrando que imazapir era capaz de traslocarse de un pié a otro produciendo efectos tóxicos. Silva en 2004 demostró, al menos en Eucalyptus grandis, la presencia de imazapir o sus metabolitos en exudados radiculares, permitiendo arrojar algo de luz sobre este proceso.

Los párrafos anteriores ponen en entredicho la utilización del control químico. En el caso del tramo del río Huerva que queremos rehabilitar, nos encontramos con vegetación autóctona, como el caso del olmo, en regeneración. Por ello sería contraproducente poner en peligro a estos pies de planta preexistentes, empleando fitocidas. Por otro lado la existencia del cauce agrava este problema, ya que no podemos evitar el posible arrastre de estos compuestos por el agua, pudiendo producir efectos negativos para la flora aguas abajo.

Como conclusión, decir que en cuanto al control del ailanto en el río Huerva no guiaremos por la famosa frase de “no añadir ningún componente exógeno al sistema”.


Eliminación del efecto barrera

En la actualidad, la existencia de una barrera visual generada por vegetación de hoja perenne, impide la contemplación del ambiente natural ligado al río Huerva, desde el corredor peatonal en ambas márgenes. Este efecto se acentúa notablemente en el tramo de la calle Alférez Provisional comprendido entre los puentes de Emperador Augusto y Avda. Goya, donde la proximidad de las plantas, incremente este efecto.


Esta barrera visual, actúa además en ambos sentidos, creando inseguridad y sensación de aislamiento y marginación a la movilidad peatonal ligada al ambiente fluvial.

Esta eliminación del efecto barrera, tiene que conllevar una serie de acciones que aumenten la permeabilidad visual como son las siguientes:

  • Derribo del tramo superior del muro existente, y su sustitución por un elemento de seguridad permeable. Esta acción permitirá además acercar el viario peatonal al nuevo ambiente a recrear en el entorno del río Huerva.
  • Supresión de vegetación perennifolia que actúa como efecto barrera.

Artículos relacionados

Deja un comentario