por Ramiro Aznar Ballarín
Bajo el marco teórico que esbozo en el siguiente texto de reflexión, animo encarecidamente a nuestros miembros del blog, a nuestros lectores y cualquier persona estimulada a intervenir en esta sugestiva mesa redonda.
El planteamiento del debate parte de la división de las propuestas en función de esta dualidad: retos (desafíos, injusticias, desigualdades) VS. oportunidades (alternativas, herramientas, planteamientos, paradigmas). Evidentemente, sin pasar por alto que cada reto tiene sus oportunidades y viceversa, cada nuevo planteamiento tiene sus problemas. De este modo, la evolución del debate podría desembocar en una nueva definición de sostenibilidad urbana y en el derrotero más interesante y práctico: cómo realizar su aplicación en el territorio urbano.
Aunque es preferible que cada uno saque a la palestra su propio área de interés, enumeraré una serie de cuestiones que podrían encender el debate:
¿Qué modelo de ciudad es más sostenible? ¿La ciudad compacta, la difusa o la policéntrica? ¿Cuál? ¿Qué es más importante la forma o los procesos que se dan en una ciudad? ¿Es el coche el culpable de la contaminación de las ciudades y la deshumanización de sus calles o es más bien el planeamiento urbanístico?