Modos de hacer ecología: Bricolaje para activistas

por Ramiro

por Queralt Lencinas 

Bricolaje: (Del fr. bricolage). m. Actividad Manual que se manifiesta en obras de carpintería, fontanería, electricidad, etc., realizadas en la propia vivienda sin acudir a profesionales. (RAE 22ª Ed. 2001)

BRICOLAGE PARA LA REVOLUCION 1

Imagen: Revista Brico publicada por Leo Ramos

Los mecanismos ingeniados por Leo Ramos tienen como objetivo el encontrar o mejorar estrategias propias de la toma de la calle durante las manifestaciones populares. Dichos mecanismos sirven para implementar esta ocupación del espacio público y para dar visibilidad al mensaje, es decir, despertar el interés de la población y de la opinión pública respecto a la reivindicación pertinente.

Son mecanismos de escritura para marcar y crear el espacio de la marcha, bien mediante escritura permanente (palo de escoba + cubo de pintura agujereado + goma espuma recortada en forma de texto = artilugio de escritura continua horizontal) o bien escritura efímera (espejo + letras de cartulina + luz solar = artilugio de proyección de consignas). También son mecanismos para albergar a los manifestantes de la lluvia y el sol y así facilitar la ocupación extendida de los espacios públicos: pancarta-carpa convertible, mobiliario de cartón plegable…

BRICOLAGE PARA LA REVOLUCION 2

Imagen: Revista Brico publicada por Leo Ramos

Las pautas comunes a cada uno de estos aparatos son, por un lado, la economía del material, haciendo uso del recursos reciclados o materiales propios de cualquier hogar y al alcance de una mayoría; y, por otro, el ser recetas fáciles de reproducir, transmitir y enseñar de una persona a otra. 

BRICOLAGE PARA LA REVOLUCION 3

Imagen: Revista Brico publicada por Leo Ramos

Leo Ramos, de formación arquitecto y radicado en la provincia del Chaco (Argentina), trabaja en contacto directo con la realidad social de esta región del país, la cual está afectada por el hecho de ser una de las provincias más pobres de Argentina. De este modo, este bricolaje tiene mucho que ver con un hacer para solucionar problemas técnicos, igual que cuando en un hogar se rompe una cañería y es útil tener ciertas nociones de fontanería para solventarlo. Supone pues un modo de reivindicación para otorgar herramientas de uso común: es un activismo de carácter extendido, que no activismo de andar por casa.

Esta reseña ha sido escrita a partir del taller impartido por Leo Ramos «Bricolaje para activistas» realizado en el Centro Cultural de España en Buenos Aires el pasado 23 de septiembre de 2010. Más información acerca de Leo Ramos: http://arteyurbanismo.blogspot.com/  BRICOLAGE PARA LA REVOLUCION 4

Imagen: Revista Brico publicada por Leo Ramos

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3 comentarios

iñaki romero fernández de larrea 5 noviembre, 2010 - 12:08

interesantísimos métodos de acción directa!!!
sólo falta el cómo hacer cócteles molotov y barricadas ardientes…

Ban(lieu)e 12 noviembre, 2010 - 13:49

y todo tiene su receta… digamos que eso mismo (el hacer un coctel molotov) es ya bricolage activista, por lo que esas "recetas" surgen de manera espontánea y no es necesario decirle a la gente cómo debe de hacer las cosas… a falta de medios siempre hay quien se las ingenia…

En el taller que dió en el CCEBA, Leo Ramos hablaba de su papel como arquitecto y cómo él desde ese rol creaba este tipo de herramientas para las marchas callejeras. En realidad es algo así como apropiarse de ese hacer natural, mediante los recursos que uno tiene a mano cuando necesita construir herramientas caseras, e implementar sus posibilidades a través del diseño. Y lo que es más, conseguir hablar de estas cosas en contextos tales como el Centro Cultural de España en Buenos Aires o el Reina Sofía en Madrid.

Por cierto Iñaki, que no hay cócteles molotov, pero sí unas pancartas-catapultas de lo más molonas 🙂 Las viste?

Jon Aguirre Such 15 noviembre, 2010 - 22:02

Creo que hay que fomentar el papel reivindicativo del arquitecto o de la arquitectura. No como medio de propaganda ideológica, si no como uno de los instrumentos para propiciar la revolución de la vida cotidiana, que dirían los Situacionistas. No sé a vosotros qué os parecerá pero yo creo que hemos perdido toda capacidad para motivar cambios o por lo menos ser las vías a través de los cuales se produzcan.

Hemos aprendido a tragar cualquier cosa: aceptar el estatus de falsos autónomos, vanagloriar la arquitectura estrella, condiciones precarias de trabajo (muchas horas y poco salario…),… como dijo Eduardo Galeano: nos mean y dicen que llueve.

Me parece que ofrecer esta perspectiva es todo un acierto ya que plantea una perspectiva que está más cerca de lo que es la realidad actual de la arquitectura y su papel transformador.

Habría que promulgar mucho más aquello del urbanismo activista!

a las barricadas!

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