De sistemas comerciales y súper lugares

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Por Cristina Rodríguez Ábalos

El comercio ha sido históricamente un elemento constitutivo fundamental del espacio público, lugar del desarrollo de la vida colectiva, vinculado primero a las plazas, y posteriormente a la calle como soporte de intercambio diario y diverso. Desde hace ya un tiempo, las dinámicas de consumo han ido cambiando hacia la globalidad; frente a esas calles homogéneas de la ciudad global, existen espacios que se han desarrollado bajo dinámicas distintas y a los que merece la pena mirar.

Es el caso de algunos sistemas comerciales de la ciudad de Santiago de Chile, recogidos en el trabajo Fin de Grado que lleva por título “Sistemas comerciales. Espacios de apropiación y consumo en el Santiago de Chile del siglo XXI” desarrollado en el marco de la ETSAM y a raíz de un intercambio realizado en la Universidad de Chile.

Una aproximación global: Sistema comercial y súper-lugar

En Santiago de Chile, existe, como en otras ciudades, una mezcla de modos de comercio que se han ido superponiendo a lo largo de la historia y que se agrupan en lo que Liliana de Simone y Rodrigo Salcedo llaman en su libro El Mall en Chile, 30 años, “sistemas comerciales”. Dicho término se utiliza para referirse a las redes de distintos espacios comerciales que, funcionando como un conjunto, dan lugar a un sistema urbano comercial de mayor escala, incluyendo el comercio tradicional, supermercados, ferias y centros comerciales, además de un comercio informal que se ve atraído a los márgenes de todos ellos.

Este término, que puede extrapolarse fácilmente a otras ciudades del mundo, encuentra su realidad concreta en la ciudad de Santiago, generando subcentralidades de gran importancia, en las que interactúan diversos usos atrayendo a gente de distintas escalas geográficas.

Además, dada su condición de intensidad de flujos y su multiplicidad de funciones, estos sistemas funcionarían como súper-lugares, nuevos centros de atracción, espacios de producción y consumo, pero también de tránsito e intercambio de bienes y personas. El desarrollo particular de estos súper-lugares nos permite hablar, como consecuencia, de un modelo de ciudad policéntrico, que nos acerca a una idea medieval de urbanidad, porque nacen alrededor de los lugares de intercambio y tránsito de mercancías.

Comercio e implicaciones territoriales

La gran expansión de la ciudad a lo largo del siglo XX ha estructurado una geografía socioeconómica en la que el centro se ha consolidado como sector comercial, financiero y administrativo, y la población original de gran poder adquisitivo se ha desplazado hacia la cordillera, generando así una nueva centralidad. Al mismo tiempo, se desarrolla una gran periferia de baja densidad, en la que, en contraste con el núcleo urbano, prolifera el centro comercial como único equipamiento comercial bajo lógicas de un “urbanismo de retail”.

Se entremezclan así, un proceso de urbanización centrífugo hasta el año 2000 con la expansión de la ciudad, y un movimiento residencial centrípeto de redensificación del centro en la actualidad, que pone a la comuna de Santiago en el punto de mira de un territorio en disputa.

El Anillo Interior de Santiago

Y es precisamente en torno a este centro de la ciudad, donde nos encontramos con una serie de sistemas comerciales en torno al antiguo trazado del Ferrocarril de Circunvalación de Santiago, que definía los límites de la ciudad a principios del siglo XX: La Plaza de Armas, La Vega, Estación Central y el Persa Bio Bio. Estos sistemas poseen un carácter propio que responde a un tipo de desarrollo histórico en relación con el lugar, a partir de constantes procesos de cambio y apropiación en el que las personas y los espacios mutan y se diversifican. Se producen así constantes hibridaciones del espacio y usuarios originales que es interesante analizar y poner en valor.

Apropiaciones en espacios comerciales

La Plaza de Armas, lugar fundacional de la ciudad, centro histórico y núcleo comercial original, está formada por diversos espacios comerciales que tienen como soporte las calles de la ciudad.

Insertos en la red de pasajes y galerías, encontramos una tipología llamada caracol comercial. Instaurados en la década de los 70 con la llegada de la dictadura, introdujeron una nueva forma de habitar y utilizar el comercio a través de la intensificación del uso comercial en un espacio interior y controlado; eran objeto de deseo y una muestra de progreso. Hoy en día, son regentados en su mayoría por migrantes en una red de pequeños comercios que genera un paisaje comercial totalmente distinto, resignificando la memoria de estos espacios, y convirtiéndose en lugar de intercambio y encuentro de una comunidad concreta.

Al mismo tiempo, se producen a pocos metros hibridaciones de otra naturaleza, como la apropiación de grandes plataformas comerciales bajo formas tradicionales de comercio, como los pasajes y galerías.

Estación Central

Otro de los sistemas comerciales es el de Estación Central, ubicado junto a una de las arterias principales de la ciudad, y vinculado a una gran infraestructura de transporte de tren y bus, fue la puerta de entrada a la ciudad. Aprovechando el gran flujo de personas en torno a la estación, surge el barrio comercial de Dimeiggs en 1937, de pequeña escala, al que se han añadido centros comerciales de importación china de mayor tamaño a finales de siglo. A su vez, el propio edificio de la estación se reconvierte en centro comercial en 1980, y a ello se suma el edificio de 130.000 m2 de superficie comercial construido en 2008 a pocos metros de la misma. Es decir, desde los comienzos de las pequeñas tiendas del barrio Meiggs, se han ido anexionando estructuras comerciales de mayor tamaño, en el que, además, tiene gran presencia el comercio informal.

La Vega

En una ciudad tan cambiante, otros sistemas, como La Vega, mantienen su carácter inicial, vinculado desde sus inicios a la compra-venta de productos agrícolas, y es hoy en día un área de grandes mercados de abastos, en el que conviven la cotidianidad de las acciones domésticas de sus trabajadores y su gran peso a escala urbana. No obstante, encontramos lugares como el Mercado Central que, dejando atrás su uso de mercado original, se ha convertido en espacio dedicado a restaurantes para turistas y espacio de venta de souvenirs.

Persa Bio Bio

Otra de las apropiaciones que más se da es la ocupación del espacio de la calle, como sucedió en los orígenes del Pesa Bio Bio. Durante la crisis de 1929, gran parte de la población se vio obligada a vender sus pertenencias en la calle, dando lugar al llamado “mercado persa”. Con el posterior abandono de la industria en ese sector, los comerciantes se apropiaron de las naves abandonadas, generando un ecosistema de naves que se agrupan en cooperativas. Este sistema tiene una condición temporal particular, con mayor actividad el fin de semana, influyendo en el espacio urbano con el cierre de la calle para su uso peatonal. El comercio se mezcla con eventos artísticos y musicales, galerías de arte y zonas de restauración.

Sucedió además este mismo año, otra interesante hibridación, ya que se celebró en dicho lugar la Bienal de Arquitectura de Chile de 2019, bajo los mecanismos de funcionamiento de una feria, en el espacio de la calle entorno al Persa Bio Bio, y utilizando algunos de los espacios interiores de las naves comerciales para charlas y conferencias.

Espacios dinámicos, flexibles y adaptables para la activación comercial de nuestras ciudades

Los sistemas comerciales de Santiago de Chile, en cuanto a su diversidad de oferta, son lugares en los que se produce una convivencia mutuamente beneficiosa entre distintos tipos de espacios comerciales y no comerciales, en los que el dinamismo juega un importante papel dentro de su funcionamiento, y el comercio tradicional muestra su resiliencia bajo significados propios del lugar, frente a las grandes plataformas comerciales.

Si miramos a nuestras ciudades, en las que en muchos barrios el comercio tradicional está decayendo, puede que sea interesante promover este dinamismo mediante iniciativas de Urbanismo Adaptativo que ayuden a dinamizar a través estrategias comerciales -diversificación de usos, facilitación administrativa…-, los locales tradicionales en desuso y pensar en modelos de producción y consumo más flexibles, capaces de adaptarse a nuevos hábitos, preocupaciones y necesidades.

Frente al urbanismo de retail instaurado en la periferia de la ciudad, los sistemas comerciales del anillo ferroviario de Santiago se han ido constituyendo a lo largo de un proceso histórico vinculado al lugar, partiendo en diversas ocasiones de una base informal en un proceso down-up, en el que el empoderamiento de la comunidad es de gran importancia. Se presentan por ello como alternativas a modos de comercio globales y despersonificados, en los que aparecen imaginarios distintos que producen ciudad. Además, se les suman en la actualidad estructuras como el centro comercial- produciéndose así sinergias entre distintos modelos de consumo que conviven en una misma área.

Cabe preguntarnos si, en un futuro, estos espacios de gran éxito comercial que nacen de entornos populares y donde actualmente prevalece la vida cotidiana, tendrán que enfrentarse a cambios bruscos en los modelos económicos y de consumo, o a posibles escenarios de gentrificación comercial.

Cristina Rodríguez Ábalos arquitecta por la ETSAM (UPM), en la que ha recibido varias becas de colaboración docente. Su trabajo en torno al comercio en Santiago de Chile nace de un intercambio con la  Universidad de Chile. Actualmente trabaja en Paisaje Transversal.
Texto completo: http://oa.upm.es/58169/




Créditos de las imágenes

Imagen 1: Plano sistemas comerciales (fuente: Metamall, Liliana de Simone)
Imagen 2: Plano geografía socioeconómica (fuente: Cristina Rodríguez Ábalos en base a documento El Mall en Chile, 30 años. Rodrigo Salcedo y Liliana de Simone)
Imagen 3: Edificio de alta densidad en Estación Central (fuente: gamba.cl )
Imagen 4: Plano de situación sistemas comerciales
Imagen 5: Diagrama topológico Plaza de Armas
Imagen 6: Entorno Plaza de Armas
Imagen 7: Foto exposición Espacio Continuo (fuente: estudiopalma.cl)
Imagen 8: Foto antigua Galería Imperio y nuevo Mall Imperio (fuente: plataformaurbana.cl)
Imagen 9: Entorno Estación Central
Imagen 10: Puestos del Mercado Central en 1970 y restaurantes en 2017 (fuente: Catálofo fotográfico Museo Histórico Nacional de Chile)
Imagen 11: Planta Persa Bio Bio

Todas las imágenes donde no se indica la fuente pertenecen a Cristina Rodríguez Ábalos.

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