La pobreza energética en Madrid tiene rostro de mujer

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Investigación FEMENMAD: Feminización de la pobreza energética en Madrid. Exposición a extremos térmicos

fuente: FEMENMAD

El 23% de la población madrileña se encuentra en riesgo de pobreza energética , según el Estudio Técnico sobre pobreza energética en la ciudad de Madrid. De los hogares madrileños detectados como más vulnerables, más de la mitad tienen una mujer como sustentadora principal, ya sea porque se trata de mujeres pensionistas o mujeres al frente de hogares monoparentales con menores a su cargo. A esto se añade el hecho de que entre las consecuencias más graves de la pobreza energética se encuentra el impacto que tiene para la salud de las personas el habitar viviendas en las que no se cumplen unas condiciones mínimas de habitabilidad térmica. Estudios recientes han mostrado diferencias en el modo en el que las altas temperaturas afectan a las mujeres.

La detección de este fenómeno de feminización de la pobreza energética hace necesaria una revisión de la incidencia del problema en el municipio de Madrid desde la perspectiva de género. El estudio que se plantea tiene sus bases en el estudio ya realizado por el equipo de investigación para el Ayuntamiento de Madrid y propone una revisión y actualización del mismo desde la perspectiva de género. Sólo a través de un profundo análisis y una correcta detección del problema en la ciudad se podrán esbozar políticas públicas adecuadas que atajen el problema.

Proyecto FEMENMAD

El objetivo principal del proyecto es evaluar las desigualdades de género que se producen en el municipio de Madrid en el contexto de los hogares que sufren pobreza.

Para ello, se pretende evaluar la incidencia de la feminización de la pobreza energética en Madrid, tanto a nivel general dentro del municipio como de forma detallada en cada distrito, con el fin de conocer los impactos que este fenómeno supone en la salud de las mujeres.  Además, se pretende dar a conocer el problema entre la población, así como establecer recomendaciones para tener en cuenta esta situación en las políticas madrileñas de energía y género.

El proyecto se desarrolla en el contexto de la Universidad Politécnica de Madrid, en colaboración con investigadores del Instituto de Salud Carlos III y está financiado por el Ayuntamiento de Madrid.

FEMinización de la pobreza ENergética en MADrid. Convocatoria Pública de subvenciones 2018  «Proyectos de Investigación en materia de ciudadanía global y cooperación internacional para el desarrollo». Subdirección general de ciudadanía global y cooperación internacional al desarrollo del ayuntamiento de Madrid

Índice de la investigación – fuente: FEMENMAD

Diferencias entre barrios

Es necesario conocer los barrios y las viviendas que habitan estas mujeres para mejorar su situación. También lo es profundizar en las diferentes problemáticas que enfrentan las madrileñas ante el riesgo de sufrir pobreza energética.

Hogares madrileños con mujeres sustentadoras al frente y riesgo de sufrir pobreza energética – fuente: FEMENMAD

En este sentido, las mujeres mayores de 65 años que viven solas se concentran en los distritos de Moratalaz, Chamberí, Ciudad Lineal y Salamanca. Sus viviendas se caracterizan por ser antiguas y de gran superficie, lo que repercute en una mayor demanda de energía.

La pensión media más alta para las madrileñas se da en Chamartín y está por debajo de la pensión media más baja entre los hombres, registrada en Puente de Vallecas. Esta enorme desigualdad en los ingresos de las pensionistas las sitúa en una posición de clara desventaja frente a los varones.

Hogares con una mujer sola mayor de 65 años y el riesgo a sufrir pobreza energética – fuente: FEMENMAD

Los hogares con altas necesidades energéticas se concentran en los distritos del centro y del sur, donde la baja eficiencia de las viviendas se suma al incremento de las temperaturas por el fenómeno de la isla de calor urbana. Ante estas condiciones extremas, la imposibilidad de utilizar aire acondicionado en verano los sitúa en una posición más vulnerable durante los meses más cálidos.

En cambio, los hogares monomarentales se concentran en las áreas periféricas de la ciudad: los distritos de Villa de Vallecas, Vicálvaro y Hortaleza. Estos hogares tienden a ocupar un parque de viviendas de reciente construcción, pero el 50 % de estas familias se encuentran bajo el umbral de la pobreza monetaria. Su vulnerabilidad ante la pobreza energética aumenta, por tanto, por su incapacidad de hacer frente a las facturas.

Hogares monomarentales madrileños y riesgo de sufrir pobreza energética – fuente: FEMENMAD

Análisis cualitativo mediante entrevistas a mujeres

Como ya se explica en la investigación, la información disponible para analizar la situación de pobreza energética no permite estudiar las diferencias de género en las situaciones de pobreza energética en hogares en los que la mujer es la sustentadora principal o vive sola. Los análisis estadísticos tampoco permiten identificar otros aspectos y dinámicas que se producen en los hogares en relación con las mujeres. Para conocer mejor esta realidad son necesarias otras metodologías desarrolladas con la perspectiva feminista. Para ello, gracias a la realización de entrevistas desde esta perspectiva a una serie de mujeres en situación vulnerable se pudieron explorar diferentes aspectos de la pobreza energética como el estado de la vivienda, los perfiles demográficos y socioeconómicos de los hogares, los aspectos relacionados con la salud, la organización doméstica, los hábitos de consumo y la percepción térmica, así como el discurso de las personas entrevistadas entorno a su experiencia vital. Las entrevistas han permitido detectar características comunes en los roles de género que articulan la pobreza energética.

La primera de ellas es la construcción de la identidad de las mujeres junto a la del hogar, que se refleja en la devaluación e interrupción de los intereses propios en beneficio de los comunes. Esto implica que las mujeres asumen responsabilidad del bienestar del hogar como eje vertebrador de su identidad.

La segunda, se refiere a los patrones y hábitos de consumo energético que indican que las mujeres sufren mayor exposición a las consecuencias de la falta de confort térmico porque reservan este gasto a las franjas horarias en las que están presentes otros miembros del hogar.

La tercera característica es la salud mental y los patrones emocionales relacionados con la pobreza energética, que suele suponer un bloqueo mental para solicitar ayuda y una tendencia a la normalizar la situación de pobreza energética.

La cuarta característica se refiere al discurso sobre el contexto y la vulnerabilidad. Las entrevistas indican una tendencia a la descentralización de problemas en beneficio de los crecientes discursos de odio, racismo y problemas de convivencia. Dentro de esta cuarta categoría cabe destacar la segregación de las tareas de mantenimiento de las instalaciones y equipos energéticos por roles de género, así como de los conocimientos generales sobre la gestión de la energía en el hogar, de los que las mujeres habitualmente quedan excluidas al considerarse un conocimiento técnico propio de los hombres.

Glosario de conceptos de la investigación – fuente: FEMENMAD

Materiales del proyecto

Publicación FEMENMAD – fuente: FEMENMAD
  • Carmen Sánchez-Guevara – Profesora ayudante doctora en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura, Universidad Politécnica de Madrid (UPM)
  • Marta Gayoso Heredia – Investigadora posgraduada no doctora, Universidad Politécnica de Madrid (UPM)
  • Miguel Núñez Peiró – Investigador en el Departamento de Construcción y Tecnologías Arquitectónicas, Universidad Politécnica de Madrid (UPM)
  • Ana Sanz Fernández – Investigadora en el Departamento de Urbanística y Ordenación del Territorio, Universidad Politécnica de Madrid (UPM)
  • Francisco Javier Neila González – Catedrático de universidad en el Departamento de Construcción y Tecnologías Arquitectónicas, Universidad Politécnica de Madrid (UPM)
  • Paula Alesanco Sanz – Investigadora especialista en GIS en la Universidad Politécnica de Madrid (UPM)
  • José Antonio López-Bueno – Investigador en el Área de Salud y Bioestadística, Universidad Complutense de Madrid
  • Cristina Linares Gil – Investigadora en el Departamento de Epidemiología y Bioestadística, Instituto de Salud Carlos III
  • Julio Díaz Jiménez – Jefe de área del Departamento de Epidemiología y Bioestadística, Instituto de Salud Carlos III
  • Gloria Gómez Muñoz – Arquitecta en CC60 Estudio de Arquitectura SLP

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