Análisis espacial de nuevas cotidianidades generadas por la COVID-19.
por @escenascovid
Desde @escenascovid creemos que en la situación previa a esta pandemia mundial ya existían muchos aspectos espaciales, urbanísticos y sociales que debían cambiar, o al menos visibilizarse, empoderarse para poder romper con el estigma. Sin embargo, sí es cierto que, sobre todo durante la cuarentena, hemos tomado mucho más tiempo y conciencia para examinar las cosas con detenimiento, algo que habitualmente no podemos hacer por el ritmo frenético que nos hacen seguir nuestras sociedades. El observar esta “tensa quietud” que se vive sobre todo en las urbes, el añorar y valorar esa “perfecta calma” que se experimenta cuando estamos alejadxs de ellas.
Por eso, a través de la ilustración, el análisis de espacialidades y la reflexión, se pretende embarcar en la búsqueda de nuevas alternativas espaciales, sociales y vitales, un espacio de reflexión que parte de la experimentación del espacio desde el decreto de Estado de Alarma.
Se ha visto durante el confinamiento que las viviendas no estaban preparadas para una pandemia, que los espacios que habitamos se han construido de una manera tan frenética y mecánica que en muchos casos no cumplen con los mínimos de confort, por no hablar de los límites de habitabilidad. El privilegiadx era aquel que tenía perro, el que tenía una buena terraza, mientras la naturaleza seguía creciendo sin que nosotrxs pudiéramos hacer nada por detener la primavera.
La ciudad, hábitat artificial del ser humano, había sido conquistada por sus antiguxs moradores: fauna, flora, las bicicletas y nuestras piernas; que fueron los nuevos automóviles durante unas semanas.
Nos hemos cerciorado de la cantidad de espacio que el automóvil ha robado a las sociedades, nos hemos dado cuenta que los comercios de barrio mueren poco a poco si sus vecinxs no están concienciados con el libre-mercado y lo que esto conlleva.
Por tanto, sí, nuestra respuesta a la reconsideración del operativo de acción en el contexto de una nueva realidad post-Covid 19 es positiva, pese a que creemos y reconocemos que todo aquello de lo que nos hemos dado cuenta ya existía, y esta situación lo único que ha hecho es enfatizar su visualización, ya no sólo desde el campo de la arquitectura, sino en todos los estratos sociales y del conocimiento. Pensamos que es importante entender que hacer arquitectura y hacer urbanismo es un acto político, ya que se trata de materializar justicias o injusticias espaciales, de favorecer sociedades heterogéneas, inclusivas e interseccionales. Sin olvidar nunca que se llevan a cabo en un contexto capitalista, que muchas veces se aleja de la <ciudad vivida> y se acerca más a la <ciudad escaparate>, en la que los edificios sólo son moneda de cambio en bolsa y no el hogar de aquellas personas que forman y hacen funcionar el engranaje de las urbes.
escena 01 – cotidianidad inmediata
La mayor parte de la población tiene una rutina del dentro-fuera. -desarrollo mis actividades sociales fuera y satisfago mis necesidades fisiológicas dentro-. Ahora, la casa se convierte en oficina, universidad, gimnasio, sala de conciertos, el bar de la esquina. Todo siempre a través de las pantallas, que nos permiten, primeramente, recrear estos escenarios mentalmente y que, seguidamente, se convierta en una actividad física. Nuestras cotidianidades se ven alteradas por la multiplicidad superpuesta de nuestras acciones diarias, generando nuevas situaciones en todos y cada uno de nuestros hogares.
escena 02 – sin techo
El 24 de marzo se anunciaban desde el Ayuntamiento de Madrid medidas de acogida de sintecho en el pabellón 14 de IFEMA para hacer frente al llamamiento al confinamiento nacional, con una capacidad de entre 150-300 personas. Como titular no queda nada mal, aunque las cifras de sin techo sólo en Madrid sea de en torno a 2.583 personas, de las casi 33.275 personas en situación de calle en todo el territorio nacional, según la Estrategia Nacional Integral para Personas Sin Hogar 2015-2020.
No es una sorpresa que la capacidad de absorción sea menor a la cantidad de demanda, incluso atravesando una pandemia y un estado de alarma nacional. Para dar redundancia y peso a estas cifras, podemos repasar otras realidades que las superponen.
En España se calcula una cifra de 25.645.100 viviendas construidas (dato INE 2018) de las cuales 19,1 millones son vivienda habitual. Esto supone un 74,6% del parque de vivienda nacional. La pregunta surge con la cantidad restante de ese porcentaje, 25,4% que navegaría entre la vivienda secundaria, “turística” y vacía. Tras el intento del FSV (Fondo Social de Vivienda) de absorber vivienda vacía para destinar a vivienda social, a día de hoy todavía se estiman 388.000 viviendas vacías en stock en manos de los bancos. Teniendo en primera orden también los 59.671 desahucios que se sucedieron a lo largo del último año.
En España: 33.275 personas sin techo, 388.000 viviendas vacías son en tenencia de bancos, de un total de 3,5 millones de viviendas vacías, 59.671 desahucios en 2019.
escena 03 – histeria en el super
¡Terror en el hipermercado / horror en el ultramarinos! Nunca antes la letra de esta canción de Alaska y los Pegamoides había sonado tan actual como ahora. Este frenesí, esta urgencia por abastecerse para la guerra, ha convertido los supermercados en el campo de batalla diario de clientes desbocados que pelean por conseguir el último pack de papel higiénico o el último bote de lejía. Se trata de una guerra de guerrillas, en la que cada soldado va por libre y su arma más letal es el contagio.
Para evitar lo inevitable se han tenido que tomar medidas, aplicando las distancias de seguridad de riesgo de contagio (1,80 metros según el CDC), cerrando algunos servicios como charcuterías y panaderías, inhabilitando 1 de cada 2 cajas para evitar situaciones de conflicto y reduciendo los aforos a más de la mitad. Si bien antes en un supermercado tipo cabían 640 personas según el aforo permitido por el CTE para un local comercial (2 m2/persona), con los nuevos aforos en un mismo supermercado cabrían tan solo 254 personas. Pero esto serían personas civilizadas capaces de mantener siempre la distancia de seguridad en un recorrido lineal. Al no ser esto posible, los aforos han tenido que reducirse aún más, limitándose al doble de las personas que puedan estar pagando o esperando en caja simultáneamente. En este supermercado ejemplo esto implica pasar de 640 a 60 personas comprando a la vez. Las 580 personas restantes tendrán que esperar en fila a la entrada del supermercado hasta que llegue su turno, se pongan sus guantes y comience el combate.
escena 04 – re-naturalización
El confinamiento por la pandemia del covid-19 ha dejado desiertas las calles de las ciudades en un extraño stand-by de la sociedad, creando nuevos escenarios. De repente, la ciudad se nos aparece más natural, más verde, pero sobre todo más habitable, más limpia, más saludable. Una ciudad más amable, diversa y equilibrada para todxs nosotrxs: sin contaminación, tanto ambiental como acústica.
Estos nuevos escenarios, han permitido que la naturaleza recupere terreno contra la urbe: animales trotando por el asfalto y husmeando entre los matorrales; vegetación que crece y se apropia del espacio, re-naturalizando el artificio humano y re-colonizando lo que un día le arrebatamos. Las vías de tráfico rodado se han convertido en vías peatonales donde la población ha establecido sus propios códigos de circulación y ha podido caminar libremente escuchando nuevos sonidos, generando nuevos paisajes, que desde la llegada del automóvil a la ciudad como Madrid, estábamos poco acostumbrados a presenciar.
Las luchas y los debates en torno a la sostenibilidad y calidad de las ciudades, llevan muchos años proponiendo otras maneras alternativas de hacer ciudad. Pero quizás estos nuevos escenarios nos abran la mirada para reconstruir espacios más equilibrados, resilientes y humanos.
escena 05 – reivindicando
Pre-confinamiento, el impacto visual reivindicativo consistía en una aglomeración condensada de cuerpos en movimiento, con un recorrido marcado y un mensaje repartido en miles de carteles y gritos al unísono.
Post-confinamiento, el espacio se define por el distanciamiento social y el acto reivindicativo se representa y se rellena por cuerpos que tejen una red de puntadas separadas cada 2 metros (1,80m según en CDC). La reivindicación nace de la red y no de la masa, de la geometría y no de la cohesión, del uso de un vehículo que garantiza protección, de una cuchara (de plata o de madera) y de una cacerola; de un ruido que genera eco y no acumulación de voces, de nuevas formas de manifestación.
escena 06 – en los coles
Comienzos de septiembre, repunte de contagios en la península, hubo playa, turismo masivo (nacional, eso sí). Todxs nos preguntábamos por las medidas que se iban a tomar en los centros educativos, cómo manejar la trama de 2 metros de distancia social en unas aulas que carecen del espacio suficiente. ¿Se utilizarán edificios de usos alternos? ¿Se dará clase en la calle? ¿Se optará por la enseñanza semipresencial citando sólo a la mitad del aula para poder garantizar la distancia de seguridad?
Todas las opciones se contemplaron en España. La solución ha sido la creación de “grupos burbuja” y la enseñanza semipresencial, profesores con mascarillas subvencionadas de su propio bolsillo y “equipos para facilitar la enseñanza online” que aún no han llegado. Ah, sí, también un “abre la ventana, que ventile esto”. En Tailandia, niñxs metidos en jaulas de plástico. Irán ha optado por un formato más tamagotchi, el concepto burbuja llevado al extremo. Reino Unido, carpas al aire libre en la que poder tener a los niñxs separados a 2 metros de distancia. China, alas de distancia diseñadas por los propios niñxs que garanticen de manera creativa que la distancia se cumple. Soluciones de todos los colores, ¿tú con cuál te quedas?
@escenascovid es una semilla de reflexión que busca convertirse en planta para acabar siendo flor y fruto, creemos que es importante partir del debate y el replanteo desde todas las perspectivas para poder alcanzar una “solución acertada”. Un proyecto de Alicia Berlinches y Miriam Bùe, comenzado desde el confinamiento. Una Arquitecta graduada en la UAH y otra en la ETSAM.
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Durante el último año Paisaje Transversal hemos publicado numerosos contenidos en nuestro blog sobre cómo las ciudades pueden hacer frente al coronavirus. Puedes consultar todos los contenidos que hemos publicado sobre ciudad, urbanismo y COVID-19 aquí.