El 21 de noviembre de 2021 se clausuró de la Bienal de Arquitectura de Venecia 2021, en la cual Paisaje Transversal hemos tenido el privilegio de formar parte en el marco del el Pabellón de España: Uncertainity.
How We Live Togehter? (¿Cómo viviremos juntos?) ha sido el leit motiv escogido por Hashim Sarkis, el comisario de la XVII edición del certamen. A partir de su pregunta, se ha desplegado una propuesta expositiva que promueve una reflexión caleidoscópica y crítica sobre el rol de la arquitectura y sus profesionales hoy en día.
La última edición de la Biennale ha reivindicado y dotado de un estatus de relevancia internacional a prácticas y discursos que, desde hace décadas, están abriendo el campo de la arquitectura más allá del acto edilicio. De esta manera, los contenidos de How We Live Togehter? pivotan sobre el futuro del planeta y las transformaciones radicales que van a sufrir las formas en las que lo habitamos.
Así, nos muestra una arquitectura que deja de ser entendida solo como un “juego sabio, correcto y magnifico de los volúmenes reunidos bajo la luz”(1) para convertirse en una herramienta de primer orden con la que combatir la actual crisis climática, proponiendo una arquitectura como un ejercicio de mediación, desde el que establecer ese “contrato natural” que enunció Michel Serres hace más de veinticinco años. (2)
Parlamentos para la innovación urbana
Como epítome de este postulado, se puede destacar la instalación Future Assembly, presentada por Studio Other Spaces, la oficina fundada por Sebastian Behmann y Olafur Eliasson , una revisión del latouriano “Parlamento de las cosas”(3) en la que se reivindica la creación de una nueva arquitectura institucional mundial que incluya, y garantice también, los derechos de la naturaleza.
Ejercicios como este pueden ser trasladados a nuestra práctica profesional diaria para generar praxis diversas, inclusivas, localizadas, tangibles y reales (la Biennale está repleta de ejemplos al respecto). Así lo hemos propuesto en Paisaje Transversal al plantear nuevas herramientas para fomentar la innovación urbana, exponer una visión poliédrica de la disciplina o trabajar un urbanismo que nace desde la ciudadanía y en la que el arquitecto actúa desde la mediación y la escucha.
Es, además, un argumento pertinente para el presente, especialmente en un momento en el que se vislumbra ya la llegada de la Nueva Bauhaus, que se plantea como “un espacio de encuentro para diseñar futuras maneras de vivir (…) entre el arte, la cultura, la inclusión social, la ciencia y la tecnología” con el horizonte de un futuro Pacto Verde que sea también sostenible, inclusivo y enriquecedor, y que abre, ya desde lo institucional, el campo de la arquitectura a un lugar que haga posible concebir la construcción no como un sinónimo de edificación, sino como el encuentro de “acuerdos y de agendas compartidas”(4) en las que se dé cabida a procesos de negociación urbana, a la (cada vez mayor) gestión de la complejidad o a los saltos creativos.
* Artículo previamente publicado en el blog de la Fundación Arquia, podéis leer el artículo original aquí.
(1) Le Corbusier, Hacia una arquitectura, 1998, Ediciones Apóstrofe, Barcelona.
(2) SERRES, Michel. El contrato natural, 1991, Editorial Pretextos, Valencia.
(3) LASH, Scott. Objetos que juzgan: el Parlamento de las cosas de Latour, 1999. Disponible en: https://transversal.at/transversal/0107/lash/es
(4) JAQUE, Andrés. Arquitectura de consenso, o cómo emerge el objeto de representación. Disponible en: http://habitat.aq.upm.es/boletin/n32/najaq.html