El cambio climático aparece como uno de los grandes retos para la sociedad en general y para las ciudades y los territorios en particular. Es preciso seguir trabajando hacia soluciones que mitiguen su avance, alineándose con los Objetivos del Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030, así como con la Agenda Urbana de la Unión Europea y la Agenda Urbana Española.
Las acciones posibles son diversas: repensar los sistemas alimentarios, favorecer una movilidad sostenible, evitar la expansión incontrolada de la mancha urbana, reducir las emisiones que provoca la industria de la construcción,… son algunas de las estrategias para hacer frente al cambio climático. Un conjunto de respuestas que pueden estar contenidas, en realidad, en el desarrollo de una correcta planificación urbana integral que esté guiada por los principios de la regeneración urbana y la resiliencia.
Las ciudades deben pensar, planificar y adelantar los efectos del cambio climático, adaptando sus necesidades a fin de mitigar el impacto de la crisis. Es decir, necesitan pensar en el largo plazo pero comenzando a diseñar estrategias que incorporen además acciones de carácter urgente, ejecutables a corto plazo, realizadas desde una perspectiva transversal, que incluya factores físicos, ambientales, sociales y económicos.
Diseñar con la naturaleza
Una forma es promover procesos de naturalización, o lo que es lo mismo: diseñando “con la naturaleza”. Es decir, reincorporándola como parte esencial de la misma, rescatando y ampliando los ecosistemas de los que las ciudades siempre han formado parte.
Esta naturalización urbana es la que ofrecen tanto la incorporación de infraestructura verde a las ciudades como las Soluciones Basadas en la Naturaleza (NBS, por sus siglas en inglés). Ambas son una apuesta firme y decidida por la resiliencia y enfrentan los retos de la sociedad de forma efectiva y adaptable, proporcionando, simultáneamente, bienestar humano y biodiversidad
La incorporación de infraestructura verde tiene por objetivos articular la conectividad urbana. mejorar la calidad ambiental y, con ello, la relación social. Por su parte, las NBS establece acciones destinadas a proteger, gestionar y restaurar ecosistemas naturales o modificados de manera sostenible.
Ambas estrategias representan, por tanto, una herramienta clave para la lucha contra el cambio climático: ponen un especial énfasis en la naturalización de la ciudad, ayudan a mejorar la cohesión social, transforman los modelos productivos hacia otros más sostenible y, como parte del proceso, combaten la vulnerabilidad urbana.
Por estas razones, la naturalización ocupa un eje prioritario en nuestro trabajo, desarrollado ya en propuestas como la de Barrios Vivos, realizada junto a nuestras compañeras biólogas-ecólogas de Creando Redes, y que hoy continúa en varios proyectos:
Incorporación de la infraestructura verde en el Casco Medieval de Vitoria-Gasteiz
Los centros históricos tienden a encontrar dificultades a la hora de incorporar infraestructura verde, especialmente en núcleos con trazados medievales, como Vitoria-Gasteiz, donde el estándar verde tiende a ser inferior que otros tejidos debido a las limitaciones de espacio y su mayor densidad construida.
Ante eso, este proyecto apuesta por la búsqueda de (micro)espacios de oportunidad donde ubicar y desarrollar esa infraestructura verde, cuya gestión y mantenimiento se plantea de forma comunitaria, a fin de generar nuevos modelos de corresponsabilidad urbana. Algunas de las estrategias y soluciones que se han empezado a analizar están orientadas al cultivo y aumento de la vegetación autóctona en zonas verdes y espacio público o diversas acciones para la integración de nidales de especies como la grajilla o el gorrión común.
El proyecto es, también, una de las 24 actuaciones iniciales con la que se está comenzando a implementar la Estrategia de Regeneración Urbana Integral del Casco Medieval y que desarrollamos y estamos desarrollando en paralelo a la definición y puesta en marcha de una Mesa Técnico-Ciudadana.
En Paisaje Transversal nos enorgullece colaborar con un referente urbano en materia de Infraestructura Verde como Vitoria-Gasteiz, una de las ciudades con más larga trayectoria en el tema, como pone de manifiesto el desarrollo hace más de 25 años del Anillo Verde.
Valencia GrowGreen
El proyecto europeo GrowGreen aplica diversas soluciones basadas en la naturaleza en el barrio de Benicalap, Valencia, fomentando procesos de naturalización a través de diferentes escalas de aproximación.
Una de ellas, es el concurso de iniciativas verdes colaborativas, que ha dado lugar a la cesión de un solar entre Ciutat Fallera y la Ronda Nord, donde varios colectivos del barrio han llevado a cabo proyectos de carácter social y ecológico: huertos urbanos vecinales, un bosque sintrópico, un espacio cívico vecinal o diversos talleres destinados a la construcción de casas para murciélagos.
Madrid Bosque Metropolitano
Paisaje Transversal formamos parte del equipo liderado por el estudio aldayjover arquitectura y paisaje, que ha elaborado la propuesta ganadora del Lote 4 del Concurso Internacional del Bosque Metropolitano de Madrid “Los Parques Fluviales del Sur”. Con el título Manantial sur, infraestructura regenerada, el proyecto forma parte del plan de actuación en el cinturón verde de Madrid, que se convertirá en la primera gran intervención metropolitana para mitigar los efectos del cambio climático en la capital, en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
La propuesta reconceptualiza la hidrología artificial de la región, complementando las fuentes de agua dulce de la Sierra de Madrid con los nuevos manantiales de agua, que serán las plantas de tratamiento de aguas residuales.