Impulsando el desarrollo rural a través de la movilidad

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por Maria Kopp y Carola Vega. Factual Consulting

Las zonas rurales de la Unión Europea desempeñan un papel esencial en el continente. Hogar de 137 millones de personas, lo que equivale aproximadamente al 30% de la población total, y abarcando más del 80% del territorio, estas regiones son tanto refugios naturales como espacios productivos con alto potencial de desarrollo.

Sin embargo, el panorama social y económico ha experimentado cambios significativos debido a la globalización y la urbanización, lo que ha tenido un impacto en el papel y la naturaleza de las áreas rurales, las cuales enfrentan desafíos únicos, como la baja densidad de población, el aislamiento geográfico e institucional, economías predominantemente agrícolas y bajos ingresos. Estos desafíos tienen un impacto palpable: se prevé que en las próximas tres décadas, ocho millones de personas abandonarán las áreas rurales de la UE en busca de oportunidades en áreas urbanas.

Esta tendencia migratoria, especialmente común entre los jóvenes que buscan oportunidades de empleo, deja atrás a grupos demográficos vulnerables como las personas mayores y las personas de bajos ingresos. También se evidencia un desequilibrio de género, ya que más mujeres que hombres abandonan las regiones rurales debido a perspectivas de empleo aún más limitadas, lo que contribuye a lo que se denomina «masculinización rural».

FACTUAL, 2023

Si bien estas tendencias no son del todo nuevas, dado que la migración urbana ha estado en marcha desde la segunda mitad del siglo XX, el fenómeno del éxodo rural se ha convertido ahora en una realidad tangible en toda Europa. Impacta a regiones del Norte, Sur y Este, incluyendo países como Finlandia, Suecia, España, Portugal y áreas en el este de Alemania. En España, en los últimos 50 años, las áreas rurales han experimentado una disminución del 28% en su población, lo que ha contribuido a la consolidación del denominado fenómeno de ‘la España vacía’ o ‘la España vaciada’. Sin embargo, las áreas rurales en España albergan aproximadamente al 16% de la población total del país y cubren el 84% de su superficie, lo que subraya su importancia en el desarrollo nacional.

INE, Censo de población 1960 y Padrón de habitantes 2018

En 1998, la Comisión Europea expresó sus preocupaciones sobre el futuro de las zonas rurales en el informe «El futuro de la sociedad rural». En 2016, un informe de la OCDE reafirmó el impacto de vivir lejos de las ciudades en el crecimiento económico, los estándares de vida y el bienestar general. Del mismo modo, el World Social Report del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de las Naciones Unidas (DESA) de 2021 destacó aún más la importancia del desarrollo rural en la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), lo que llevó a la introducción de una visión a largo plazo para las zonas rurales de la Unión Europea.

Desarrollo rural y movilidad: un ciclo sin fin

La movilidad ha sido durante mucho tiempo un factor crítico para impulsar el desarrollo rural. Sin embargo, las áreas de baja densidad y los centros urbanos muestran una importante brecha en movilidad. Mientras que en las ciudades están implementando una amplia gama de opciones de transporte para atender a diversos grupos de usuarios, adaptar estas soluciones a áreas rurales presenta desafíos. Por ejemplo, soluciones de micromovilidad como los patinetes eléctricos no son adecuados para cubrir largas distancias en áreas de baja densidad, limitando su impacto y uso. Por otro lado, los sistemas de transporte convencionales como las líneas de autobuses tienen dificultades para ser financieramente sostenibles en entornos rurales. El bajo número de pasajeros dificulta la programación eficiente, y la consecuente baja recaudación de ingresos plantea desafíos para el mantenimiento y la mejora del sistema, lo que lleva a dificultades operativas y estructurales. Como resultado, muchas localidades rurales se han convertido en lo que comúnmente se denomina «transport deserts” o desiertos de transporte, donde los servicios de transporte público inadecuados restringen las opciones y oportunidades para las comunidades locales.

Además de la brecha de movilidad, existe una brecha digital en las áreas de baja densidad. El éxodo de los jóvenes hacia ciudades prometedoras ha resultado en una población envejecida que es relativamente mayor que el promedio nacional. Los conceptos emergentes de movilidad digital, que prosperan predominantemente en entornos urbanos, como el uso compartido de automóviles y las opciones de Movilidad como Servicio (MaaS), no pueden alcanzar su máximo potencial en las áreas rurales.

La evidente brecha de movilidad y la brecha digital perpetúan la persistente dependencia del coche en las regiones rurales. Sin embargo, muchas personas que viven en áreas rurales no pueden conducir o no poseen automóviles, especialmente aquellos pertenecientes a sectores vulnerables de la población. En consecuencia, la movilidad en las áreas rurales a menudo se convierte en un ciclo auto perpetuante en el que la baja accesibilidad genera una mayor demanda de movilidad, convirtiendo la movilidad en una fuente de nuevas desigualdades que alimenta el círculo vicioso de la movilidad rural.

Ilustración propia basada en Transformative Urban Mobility Initiative (TUMI), n.d.

Avanzando hacia nuevos enfoques en la movilidad rural

Superar los desafíos de movilidad y conectividad digital en áreas rurales de baja densidad requiere soluciones innovadoras que se adapten a sus particularidades, alejándose de los enfoques urbanos tradicionales. Aunque eliminar completamente los automóviles de áreas donde son indispensables es poco probable, el objetivo principal es reducir su dependencia.

Comunidades rurales de 30 minutos

La planificación integrada, con un enfoque en la reducción de desplazamientos, se vuelve esencial para forjar comunidades accesibles en regiones de baja densidad poblacional, estructuradas en torno a nodos de transporte. A menudo pasada por alto, esta estrategia choca con la práctica actual de reservar tierras para viviendas unifamiliares y zonas comerciales, desconectadas del transporte público. Mientras las ciudades adoptan la idea de la «ciudad de 15 minutos,» surgen conceptos como la «comunidad rural en 30 minutos,» donde se prioriza la accesibilidad a servicios esenciales en un radio de viaje sostenible de media hora.

Redefinición de la conectividad en un entorno multimodal

En Flandes, el Departamento de Movilidad y Obras Públicas del gobierno flamenco (MOW) ha optado por una política estratégica en lugar de soluciones de transporte aisladas. Ofrecen diversos modos de transporte público, como autobuses, taxis, minibuses y coches compartidos, adaptados a las necesidades de cada área. Lo destacado es la conexión fluida garantizada por los «Hopping points», puntos que facilitan la transición entre modos de transporte y mejoran la experiencia de viaje en general.

Flexibilidad en los sistemas de autobuses convencionales

La flexibilización de los sistemas de autobuses convencionales tiene el potencial de reducir la dependencia de los automóviles, haciendo que los vehículos personales sean una elección, no una necesidad. Los sistemas de Transporte Bajo Demanda (DRT por sus siglas en ingles) analizan las necesidades de los pasajeros en tiempo real, optimizando las rutas y fusionando la flexibilidad de los taxis con la estructura del transporte público fijo. En España, Nemi es un ejemplo destacado, ofreciendo soluciones de software DRT. Lanzado en 2018 en la Región Metropolitana de Barcelona, Nemi se ha expandido a Cataluña, Grecia, Portugal y el Reino Unido, con 40 servicios actualmente activos. En el 2022, más de 6,382 pasajeros en la Garrotxa, Catalunya se beneficiaron del DRT de Nemi, con más del 80% de usuarios utilizando la aplicación móvil para reservas.

Iniciativas de movilidad “bottom-up”

En regiones donde los presupuestos municipales luchan por mantener rutas de autobús, esfuerzos comunitarios y el voluntariado pueden ofrecer alternativas. En Alemania, unos 350 «Bürgerbusse» o autobuses ciudadanos, operados por voluntarios organizados en asociaciones registradas, permiten viajes puerta a puerta y conexión con la red de transporte público. En la región de Mecklenburg Elde-Quellgebiets, el servicio de autobús ELLI proporciona alrededor de 150 viajes mensuales.

Sharing is caring: Modelos de viajes compartidos

El carpooling puede ser beneficioso en regiones rurales y suburbanas al conectar a pasajeros con conductores privados que realizan viajes similares. Este enfoque se asemeja al autoestop formalizado, permitiendo a los pasajeros especificar puntos de recogida y entrega. En Francia, el servicio de carpooling Karos facilitó casi 3.8 millones de viajes compartidos entre 2017 y 2021, en 760 municipios suburbanos y rurales, cubriendo el 91% de la población regional.

Sencillez efectiva: Fusionar mobiliario y servicios de transporte

El concepto «Mitfahrbänkle» (Banco de coche compartido en alemán) es simple y elegante: bancos estratégicamente ubicados en lugares públicos funcionan como puntos de encuentro para compartir coche, indicando diferentes destinos. Esta novedosa combinación de una aplicación de compartir coche y mobiliario público ha ganado popularidad en toda Alemania desde 2010. Por ejemplo, en Schuttertal, una ciudad alemana con alrededor de 3,200 habitantes, se han instalado más de 13 «Mitfahrbänkle», con aproximadamente 400 conductores registrados que muestran con orgullo pegatinas de acreditación oficial en sus vehículos.

Uniendo personas y mercancías en el transporte público

El transporte público se ha diseñado para ofrecer una movilidad asequible en áreas específicas. A menudo, las rutas de pasajeros existentes conectan regiones remotas con centros urbanos, beneficiando a zonas con poblaciones dispersas y una demanda logística limitada. Al utilizar estas rutas para la entrega de paquetes, se generan soluciones económicas. Los usuarios pueden reservar fácilmente entregas de paquetes en paradas de autobús designadas, indicando la hora y el destino. Desde 2012, el proyecto KombiBus en Brandeburgo, Alemania, ha demostrado con éxito este concepto, impulsando el empleo local y la producción mediante un mayor acceso al mercado. En España, el operador de transporte TEISA adopta un modelo similar en los Pirineos.

En resumen, abordar los desafíos de la movilidad rural va más allá de la innovación. Las áreas rurales desempeñan un papel fundamental en el desarrollo nacional y global y no deben quedar atrás en la búsqueda de un futuro sostenible. Para cerrar esta brecha y promover el desarrollo rural, es esencial reconocer que las áreas rurales no son uniformes y presentan desafíos únicos. Esta diversidad exige una combinación de soluciones adaptadas a las necesidades de cada comunidad rural. Adoptar un enfoque centrado en el ciudadano, involucrar activamente a la ciudadanía y explorar una amplia gama de soluciones de movilidad son imperativos. Dentro de estos ecosistemas, los desafíos presentan oportunidades para nuevas ideas y combinaciones innovadoras.

La diversificación de soluciones es vital. Integrar y jerarquizar el transporte público con servicios de movilidad personalizados y compartidos, incluyendo opciones colaborativas y basadas en voluntariado, puede abordar significativamente los déficits de movilidad rural. Una mejor regulación y gobernanza permite esas conexiones y a menudo es clave para las asociaciones público-privadas, la coordinación intersectorial y, por supuesto, la indispensable participación de actores locales. Para ello, una gobernanza efectiva con responsabilidades asignadas es fundamental, especialmente dado que la mayoría de los países europeos carecen de políticas integrales de movilidad rural.

Maria Kopp es Consultora en Factual Consulting, cuenta con un título en planificación urbana y rural y su trabajo está enfocado en la relación entre la inclusión social y la justicia en movilidad. 

Carola Vega es arquitecta y urbanista con experiencia en planificación estratégica. Actualmente es Consultora Senior en Factual, donde lidera proyectos europeos de innovación en la movilidad y colabora con diversas ciudades en el desarrollo y pilotaje de soluciones de movilidad sostenible.

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