LA BARRIADA TIENE CONDICIONES

por Ana Vida Pozuelo

En Palma Palmilla (Málaga) existe mucha vida de barrio y hay vínculos comunitarios bien fuertes que su nombre, sinónimo injusto de “inhabitable”, ha lastimado pero no ha podido romper. A diferencia de otras zonas de la ciudad, Palma-Palmilla no es una máquina para enloquecer ciudadanos.

Las estrellas están a la altura de los ojos y no hay que desnucarse para encontrarlas; el aire no está envenenado, el silencio no es una mercancía de lujo y todavía la gente encuentra tiempo para perder el tiempo. Eduardo Galeano lo habría escrito acerca de ella, si hubiese participado en el taller ciudadano, arquitectónico, urbanístico, docente, minúsculo y fugaz, pero “lindísimo”, que se produjo hace pocas semanas durante cuatro días en plena barriada. La experiencia ha sido un auténtico ejemplo trasladable a otros barrios de la ciudad que ha demostrado que las gentes de cualquier lugar, en este caso los vecinos y vecinas de Palmilla, son capaces de proyectar espacialmente el lugar en donde viven.

¿En qué ha consistido el trabajo? Se creó un espacio colectivo donde los vecinos y vecinas pudieran hablar de las necesidades del barrio y aportar sus ideas para desarrollarlas junto con un grupo de 35 estudiantes de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Granada. El objetivo era plasmar el trabajo en un documento que reflejase el barrio o los barrios que quieren o desean las personas que allí viven, lo que puede llegar a ser o lo que necesita ser Palma-Palmilla.

Para ello, la vecindad y los estudiantes han colaborado de una manera multidisciplinar, colectiva y no prefijada, con el asesoramiento y consejo de profesionales de diversos ámbitos: arquitectos, geógrafos, economistas, sociólogos, periodistas y trabajadores sociales que entienden del proceso de formación y creación de la ciudad.

La implicación de las personas del barrio que se han acercado ha sido muy grande, aunque el número de ellos fuese reducido (en la exposición final de los trabajos había alrededor de 70 personas). Los estudiantes salieron con ellos a la calle para conocer “su” barrio desde dentro, vivir sus conflictos, necesidades y preocupaciones diarias, y proponer, siempre junto con ellos, maneras de hacer diferentes y propuestas posibles. En el Centro de Servicios Sociales Comunitarios se trabajaba por el día y se dormía, descansaba o festejaba durante la noche.

Esta iniciativa requería, para ser un trabajo colectivo auténtico, de transparencia pública y de la difusión rápida entre la vecindad del proceso de hacer y de las propuestas surgidas en el taller. Para ello se ha contado con la ayuda imprescindible de Onda Color -la radio comunitaria del barrio-, que nos apoyó con programas de difusión antes, durante y después del taller. Otros medios de comunicación locales de Málaga también se hicieron eco del desarrollo del mismo.

Aquí es donde el éxito del experimento ha quedado demostrado. Cuando las ideas referentes al espacio (sea arquitectónico, urbano o territorial-medioambiental), se difunden de manera transparente y clara, la participación de los habitantes afectados es inmediata, entusiasta y desencadena poderosas energías propositivas y creativas. Es cuando “los fervores colectivos pueden ser más capaces de prodigio que cualquier mago de alto vuelo”.

Las propuestas fruto de esta energía propositiva y creativa desencadenada en el taller han sido muy diversas, reales y necesarias, demandadas por los vecinos:

_ organización vecinal y comunitaria para la mejora del barrio y las condiciones de vida

_ accesibilidad y eliminación de barreras arquitectónicas, para lo cual un grupo recorrió el barrio de la mano de Javier, un discapacitado físico en silla de ruedas (propuesta real y económicamente viable de manera inmediata)

_ propuestas de mejora integral del barrio a raíz de las conversaciones con los vecinos, tratando aspectos generales y comparando gráficamente con las propuestas para el barrio de los distintos partidos políticos

_ creación de espacios de conexión con la ciudad y con el río Guadalmedina, surgido de las ganas de reforzar físicamente el encuentro entre Palma-Palmilla y el centro de la ciudad

_ ampliación y rehabilitación de las viviendas existentes, a raíz de la visita a las casas de algunos de los vecinos

_ mejora del alumbrado público, tratado como cualidad espacial (y no como cantidad de luxes)

_ creación de espacios públicos de encuentro comunitario, en espacios compartimentados por tapias, muros y edificios públicos aislados

_ unión Montes-Río con vegetación de los ecosistemas autóctonos cultivada por los propios vecinos y huertas comunitarias

Sin embargo, la enseñanza y conclusión más importante que ha resultado evidente con la realización del taller, que debe quedar ampliamente destacada en el experimento como ejemplar, ha sido cómo se ha formado en sólo cuatro días, un colectivo humano y técnico multidisciplinar, de vecinas-vecinos-estudiantes-trabajadores-otros profesionales de una capacidad y potencia difícil de superar en otro lugar.

Esto ha sido posible gracias al ambiente creado por el Proyecto Hogar en el barrio, que facilita ciertos comportamientos como los acaecidos. La mayor virtud de dicho proyecto sería en este caso poder recoger -como quien acoge delicadamente un recién nacido, y lo cuida-, cualquier actividad para convertirla de manera creativa e imaginativa en algo que sea mucho más.

A pesar de que está como está, estigmatizada, maltratada y aislada, Palma-Palmilla “bien podría dar una asombrosa respuesta de alegría a la tristeza” con que se la trata; “y así esa tristeza se enteraría de que no es inevitable”. En el taller se comprobó cómo otra manera de hacer las cosas es posible, y se demostró en Palma-Palmilla, con alegría: impensable en otro lugar de esta ciudad. La barriada tiene condiciones.

Texto colectivo escrito por:

Juan Antonio Gómez, economista Mª Antonia Lorenzo, química (gestión medioambiental) Kike Navarro, geógrafo y profesor UMA Marta Lomas, arquitecta Sabina Habegger, psicopedagoga social José Antonio Paniagua, trabajador social Rubén Mora, estudiante pfc Ana Vida, estudiante pfc y becaria UGR

Rocío Santos, lda. medios comunicación visual

Alejandro Blanco, periodista

José María Romero, arquitecto y profesor UGR

Para más información sobre el taller http://citywiki.ugr.es/wiki/Proyectos_3_grupo_D_2008/2009/PALMA_PALMILLA

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