Por Manuel Carrero de Roa
No genera imágenes sugestivas ni vistosas al gusto de las coloridas revistas digitales. Huye del lenguaje críptico y afectado propio del discurso actual. Surge de la calle, de sus problemas y conflictos, autoorganizada, sin apoyo institucional alguno, en una ciudad pequeña, provinciana, periferia de la periferia. Pone en cuestión y combate el modelo dominante. Por eso nunca merecerá la atención de los medios mainstream. Pero se suma a las múltiples iniciativas ciudadanas locales de transformación del entorno urbano desde la base que en los últimos tiempos se extienden por todo el Estado. Tras casi dos años de trabajo discreto y perseverante, Imagina un Bulevar ha pasado de ser considerado un proyecto «idílico y bucólico, pero poco efectivo» a impulsar, con perspectivas de éxito, la mayor operación de regeneración urbana en la ciudad de Oviedo.
La entrada a Oviedo a través de la autopista «Y», la arteria que une los tres nodos principales del Área Metropolitana de Asturias, podría figurar en los manuales como caso paradigmático de barrera urbanística. Con el absurdo afán de facilitar un acceso lo más rápido posible hasta el mismo pie de la ciudad histórica, su apertura en febrero de 1976 produjo el desmantelamiento de la trama existente, incluyendo la fractura en dos de un barrio completo. El posterior desarrollo residencial a ambos lados de este verdadero navajazo en el tejido urbano agravó el problema en un sector ya históricamente segregado del resto de la ciudad, incluso antes de la construcción de las barriadas obreras de Guillén Lafuerza y Ventanielles. Desde 2006 la titularidad de la infraestructura corresponde al Ayuntamiento de Oviedo, cuyo PGO la incluye en la red viaria del sistema general urbano; una calificación formal que contrasta vivamente con el paisaje real de alambradas y guardarraíles que cercan más de 240.000 m2 en el corazón de la ciudad.
Los casi 25.000 habitantes del entorno de la antigua autopista poco saben de urbanismo funcionalista, zoning, sistemas generales o «guetización». Pero sufren los ruidos y la contaminación producidos por 32.000 vehículos que transitan diariamente frente a las ventanas de sus viviendas, y se ven obligados a largos rodeos para acceder a servicios de los que carecen en sus barrios, cruzando pasarelas que, lejos de eliminar, acrecientan aún más la barrera. La última, abierta en el marzo pasado, costó más de medio millón de euros y ni siquiera cumple la normativa sobre accesibilidad.
Una derrota, detonante del proceso
Agotado el movimiento vecinal surgido al final de la Dictadura, ignorado el problema por los partidos políticos, todo apuntaba al enquistamiento de la situación. Sin embargo, cuando a finales de 2012, el Ayuntamiento anuncia la construcción del cuarto ramal de uno de los enlaces, el panorama social había cambiado radicalmente. La corriente popular de regeneración democrática surgida a raíz del Movimiento 15-M es el ambiente propicio para la creación de una Asamblea Vecinal de oposición al proyecto. Sus integrantes, procedentes tanto de los afectados como de otros barrios, pronto toman conciencia del verdadero problema de fondo: un modelo de ciudad diseñado a espaldas de sus habitantes, cuyo máximo exponente es la antigua autopista.
Finalmente el cuarto ramal se construyó, y con un único beneficiario: el centro comercial colindante. Pero la derrota no hizo sino reafirmar a la gente en su aspiración de derribar la muralla y transformarla en un espacio abierto e integrador de los barrios, que satisfaga las necesidades de sus habitantes, y convertir así el actual colector de tráfico en una entrada digna a la ciudad. Y a ese sueño compartido le pusieron nombre: Imagina un Bulevar.
Cuestionando los fundamentos del modelo vigente
Imagina un Bulevar no es una plataforma reivindicativa al uso; no reclama únicamente la transformación de la antigua autopista, sino que ésta se diseñe de acuerdo con las necesidades y aspiraciones de los ciudadanos mediante un procedimiento participativo.
En la medida que apuesta por la prevalencia del bien común sobre los intereses particulares, por la regeneración urbana, la diversidad de usos y la introducción de modos de transporte sostenibles y alternativos al vehículo privado, Imagina un Bulevar representa una subversión del modelo urbano vigente. Su objetivo primordial es conquistar espacios de participación en la construcción del espacio urbano, arrebatándoselos a aquellos que hasta ahora ilegítimamente, y en su propio beneficio, los han usurpado. Su estrategia, denunciar las falacias del discurso dominante, poner al descubierto sus contradicciones, y construir propuestas alternativas sólidas y coherentes que no puedan ser rechazadas por aquellos que, en el actual statu quo, ostentan el poder para abordar las transformaciones urbanas. Aprovecha para ello todos los resquicios y grietas que debilitan el sistema representativo. Emplea la metodología de proyecto, esto es, analiza, diagnostica, proyecta al futuro un modelo o imagen propuesta y despliega acciones para conseguirla. Sus mejores herramientas, la inteligencia colectiva y el trabajo cooperativo, donde cada persona aporta lo mejor de sí, sin sitio para los personalismos. Se inspira y aprende de otras experiencias previas similares1; no pretende haber surgido de la nada, sino que se reconoce como etapa de una trayectoria transformadora que arranca con la Asociación de Vecinos Los Ríos de Ventanielles a finales de la década de los setenta del siglo pasado, continúa con las movilizaciones populares en defensa del patrimonio histórico ovetense y, a través de iniciativas como Urbanismo Crítico, se proyecta hacia el futuro.
Los hitos de un proceso en marcha
En una primera etapa, entre diciembre de 2012 y enero de 2013, la tarea consistió en demostrar que es posible elaborar, de forma participativa y a través de varios talleres colaborativos, una propuesta viable para la regeneración urbana del ámbito. A continuación los esfuerzos se centraron en la difusión del proyecto, mediante presentaciones públicas en ámbitos muy diversos (asociaciones de vecinos, partidos políticos, colectivos sociales locales), incluyendo la participación en las primeras Jornadas sobre Regeneración Urbana organizadas por el Colegio Oficial de Arquitectos de Asturias. La iniciativa mereció un amplio apoyo social y la indiferencia del equipo de gobierno municipal, que en un pleno descartó la creación de una comisión para su desarrollo «por carecer de un proyecto serio».
El punto muerto al que la negativa del Ayuntamiento parecía haber llevado al proyecto se supera pasando de la reflexión a la acción: el 29 de septiembre se celebra la primera Marcha popular por el Bulevar, que inaugura una serie de actuaciones de descubrimiento del espacio, de sus posibilidades y de su apropiación por parte de la ciudadanía. Aun de manera precaria, simbólica, por espacio de dos horas y bajo la vigilancia de la Policía Local, el Bulevar pasa del papel a la realidad.
En diciembre de 2013, una fisura se abre en la hasta entonces monolítica posición del Gobierno Municipal. Para evitar la prórroga presupuestaria, el Partido Popular alcanza un acuerdo de última hora con Izquierda Unida en el que, a instancias de esta formación política se contempla, entre otras inversiones, una asignación económica para la redacción de un proyecto de Bulevar. Aunque positivo, este pacto no satisface las aspiraciones de la Iniciativa: no se trata de que el Ayuntamiento contrate sin más una empresa de consultoría para la redacción del proyecto técnico, sino que previamente abra un proceso de participación pública para garantizar que responderá a las necesidades y aspiraciones de la ciudadanía. Imagina un Bulevar elabora una propuesta de proceso participativo, y consigue el apoyo de todos los grupos municipales. Falta un año para las elecciones, el actual sistema democrático representativo está en crisis y la participación ciudadana ha entrado en todas las agendas políticas.
Cuatro fases jalonan el proceso:
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Fase 0: Difusión. Su objetivo, presentar el proyecto a la sociedad y demostrar con experiencias exitosas en otros municipios que otra manera de construir la ciudad es posible. A esta fase corresponden las jornadas Urbanismo y Participación, celebradas entre el 5 y el 8 de junio pasados con gran éxito, tanto por el interés de las ponencias presentadas como por el alto nivel de participación.
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Fase 1: Anteproyecto. Se trata de establecer, de manera participativa, las bases del concurso de ideas posterior, esto es, identificar la problemática a abordar, las necesidades a satisfacer y los criterios de intervención a adoptar. Esta tarea se abordará en los talleres abiertos y colaborativos los próximos 26 y 27 de septiembre, cuya organización y dinamización estará a cargo de Paisaje Transversal.
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Fase 2: Concurso de ideas. Sobre la base de los principios de diseño establecidos en la fase anterior, el Ayuntamiento de Oviedo convocará un concurso de ideas abierto a la participación de equipos de profesionales, sin selección previa alguna. Un jurado técnico preseleccionará las tres propuestas que mejor se ajusten a los criterios señalados.
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Fase 3: Selección de la propuesta a ejecutar. Previa la difusión de las tres propuestas preseleccionadas, el Ayuntamiento organizará una consulta popular en la que pueden participar todas las personas mayores de edad y residentes en Oviedo. La que obtenga el mayor apoyo popular será desarrollada mediante un proyecto de ejecución.
En una reciente declaración institucional, el Alcalde de Oviedo ha manifestado públicamente su respaldo a esta «hoja de ruta». Estando próximas las tensiones preelectorales y en un ambiente político cada vez más imprevisible, este apoyo no despeja todas las dudas acerca de la viabilidad del proyecto. Con todo, para la Iniciativa más que el resultado, lo realmente importante es el proceso, y su capacidad para establecer un punto de inflexión en la práctica urbanística municipal dictada «de arriba hacia abajo». Con seguridad Imagina un Bulevar seguirá trabajando para que la participación ciudadana no sea una concesión sino un derecho, y en el futuro los de abajo tengamos poder para construir el entorno en que se desarrollan nuestras vidas.
Manuel Carrero de Roa, doctor arquitecto y miembro de la iniciativa ciudadana Imagina un Bulevar
Para saber más:
Cándano, Xuan (2013), «Oviedo: sí se puede, hasta con el urbanismo» [en línea], en Atlántica XXII, Revista asturiana de información y pensamiento [consulta: 11 de septiembre de 2014]
Carrero de Roa, Manuel (2013), «Urbanismo participativo en Oviedo», en Atlántica XXII Revista asturiana de información y pensamiento, nº 28, septiembre de 2013, págs. 42-44.
– (2013), «De pasarelas y otros artilugios urbanos obsoletos», La Nueva España, 18 de julio de 2013.:
Más información: http://imaginaunbulevar.wordpress.com/
1 Entre ellas, y sin afán de exhaustividad: VdB Regeneración Integral participativa (Madrid); El Torrent de la Pastera… com l’magines? (Vilanova i la Geltrú, Barcelona); Reforma de la Plaza del Doctor Guardiet (Rubí, Barcelona); y Ordenación de la Plaza de San Juan y su entorno (Irún, Guipúzcoa).
Créditos de las imágenes:
Imagen 1: Niños jugando en la «Y» de Oviedo (fuente: Manuel Carrero Roa)
Imagen 2: La antigua autopista A-66, desmembrando el sector Este de la ciudad de Oviedo (fuente: Instituto Geográfico Nacional, PNOA, 2011) Imagen 3: Asamblea vecinal en la Plaza del Lago Enol, Ventanielles (fuente: Manuel Carrero Roa) Imagen 4a y 4b: Antes y después de uno de los tramos del Bulevar (fuente: Alberto José Villota Morán) Imagen 5: Reunión preparatoria para los talleres colaborativos de la Fase 1 de Imagina un Bulevar (fuente: Imagina un Bulevar)
1 comentario
fantástico y ejemplar este proceso… pero cuaánto cuesta lograr algo;
y por supuesto gracias por vuestro impagable trabajo de difusión