por Alba R. Illanes
Un Proceso de Negociación Urbana no puede realizarse sin la implicación de, al menos, tres agentes pertenecientes a los distintos ámbitos que interfieren en el crecimiento de La Ciudad; el usuario (el bueno), el técnico (el feo) y la administración (el malo). Si además entendemos que las ciudades individuales no existen y que solo existe una ciudad, podemos estudiarlas como un territorio. De este modo y, aplicando el concepto de André Corboz acerca de que «el territorio es el resultado de un conjunto de procesos más o menos coordinados», podemos definir La Ciudad Genérica como una superposición de estratosa lo largo del tiempo que sus habitantes se encargan de borrar y reescribir. Habitantes somos todos; buenos, feos y malos. Lo que diferencia a unos agentes respecto de otros es las herramientas de las que disponen a la hora de negociar. Un Proceso de Negociación Urbana pretende alcanzar un mismo objetivo deseado por todos los agentes implicados, de forma unida y transversal; eliminar el «ego» y la «autoría» al pensar el proyecto como otro proceso. ¿Por qué siempre tiene que ser un tipo de agente el que proponga un proyecto? ¿Por qué no ponemos en crisis esa jerarquía? ……………………………………………………………….. Referencias: André Corboz, Colin Rowe. Recomendamos ver el siguiente documental sobre el términoColectivo:PARTE UNO/ PARTE DOS/ PARTE TRES