REM KOOLHAAS / Conversaciones con Hans Ulrich Obrist

por Jorge Arévalo Martín

por Jorge Arévalo Martín

Este libro recopila seis entrevistas que Hans Ulrich Obrist ha venido manteniendo con Rem Koolhaas sobre los temas más recientes tratados porOMA y AMO. En ellas no sólo se dialoga sobre la trayectoria y el pensamiento de Rem Koolhaas, sino que se abordan sus últimas obras asiáticas, la biblioteca pública de Seattle, la Casa da Música en Oporto o la embajada de Holanda en Berlín. Dada la dispersión de la obra de OMA/AMO por todo el planeta los temas abordados en las entrevistan tratan también sobre geopolítica y sobre los diferentes condicionantes de trabajo a la hora de proyectar la arquitectura en las diferentes partes del mundo.

A continuación se citan algunos de los párrafos más interesantes de las entrevistas, en concreto los relacionados con la participación ciudadana en el proyecto arquitectónico a través de la movilización de la inteligencia de los mismos: H. Lo que ha ocurrido en Berlín es que este urbanismo se ha producido sin ninguna implicación por parte de las diferentes comunidades. Recientemente tuve una discusión con Itsuko Hasegawa en Tokio, quien piensa que debería avanzarse en un modelo participativo de la ciudad, de modo que los usuarios de los edificios casi pudieran decir: «Esto fue idea mía». En la actualidad muchos artistas contemporáneos trabajan sobre la participación. Que la ciudad podría haberse construido implicando a la gente es una crítica que se escucha muy a menudo en Berlín. ¿Qué opinas? R. Es una cuestión muy peliaguda, pues si vas preguntando por ahí y haces encuestas reales, creo que la actual reconstrucción es muy popular, ya que la mitología actual de volver a la idea tradicional de plazas y calles podría convertirse en una plataforma muy populista. Resultan mucho más difíciles de entender el resto de condiciones de habitar el vacío o de vivir con las cicatrices, aceptar el desenfreno, la evidente competencia entre Este y Oeste y mantener la angustiosa estética. Toda la dificultad de la participación en arquitectura es completamente ambigüa. Por ejemplo, de la casa de Burdeos (1996-1998) podría decirse que es arquitectura extrema por un lado, pero, por otro, que se trata de una participación extrema. H. Porque es un diálogo muy fuerte. R. Sí, y, por tanto, la participación no es necesariamente para que la gente pueda decir: «Esta idea es mía y esta idea es tuya», si no que, por el contrario, para llegar a una situación donde resulte imposible determinar de quién es realmente la idea, del arquitecto o del usuario. H. ¿Una especie de ping-pong? R. No necesariamente, si no más bien imaginar un proceso en el que se moviliza la inteligencia de los otros. Pero no se trata de establecer un dogma según unas supuestas preferencias, que es lo que creo que está ocurriendo.

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