El proceso de diseño colaborativo integral para la reforma del parque Pradogrande, en Torrelodones, comenzó a gestarse en 2017. Durante más de dos años, el proyecto se ha desarrollado de forma participativa, en un ciclo de escucha y transformación que animaba a la ciudadanía a ser parte de las decisiones en todas sus fases: desde el análisis de las problemáticas hasta el diseño del proyecto de ejecución y su actual materialización.
Con la ejecución de la reforma física de Pradogrande, se completa uno de los primeros y únicos ejemplos de diseño colaborativo integral del espacio público en España.
Proceso participativo: Escuchar
El parque presentaba un estado previo incompleto, fragmentado, inseguro, poco atractivo, degradado por el paso del tiempo y con escasa diversidad de usos. La colaboración de todas las personas que utilizaban el parque, o que podrían utilizarlo si mejorara, era fundamental para transformarlo en un parque vivo, más inclusivo, agradable y natural, que respondiera a inquietudes e intereses de la población.
La renovación debía atender, además, a valores ecológicos y con perspectiva de género como enfoques transversales, por lo que se trabajó junto a una diversidad de colectivos específicos y potenciales usuarios (infancia, personas mayores, vecinas y vecinos del entorno próximo y jóvenes), definiendo varias herramientas, canales y dispositivos participativos con los que conocer la percepción ciudadana sobre el área: mapeos y paseos colectivos, cuestionarios online, talleres con mujeres, mayores, jóvenes, instituto y técnicos.
En el proceso, aplicamos nuestra metodología de la Triple Dimensión, que analiza y actúa en conjunto sobre tres dimensiones que determinan el buen funcionamiento de un espacio público: accesibilidad y seguridad; confort, naturalización e identidad; actividad e inclusión.
Diseño colaborativo: Transformar
Una oficina de diseño abierta, talleres y espacios de debate, consultas generales, trabajos de diseño con técnicos del Ayuntamiento y profesionales de distintas disciplinas (como las biólogas de Creando Redes y el paisajista Toni García Herrero) dieron forma a una propuesta compartida para el nuevo parque, basada en tres directrices:
La plaza de la Colonia: se realizaron labores de mejora en la accesibilidad y en la permeabilidad del parque con el tejido urbano colindante; se ampliaron y se diversificaron los espacios de encuentro, aumentando su confort y su comodidad para personas diversas, y se adecuó el espacio central para poder acoger tanto los usos ya existentes como otros nuevos y complementarios.
Más parque que nunca: la propuesta mejora de la calidad del parque como zona verde, añadiendo sombras, arbolado diverso y puntos de agua para el control higrotérmico; además, se han creado nuevos espacios y usos, incorporando equipamiento específico para fomentar el juego y la actividad física en torno a las zonas verdes.
Espacio histórico e identitario: la renovación de sus principales elementos identitarios (el campo de fútbol, la atalaya y el escenario), así como en una siguiente fase la recuperación del patrimonio histórico (un antiguo refugio de la Guerra Civil ubicado en el parque), dotan al lugar de nuevos elementos que regeneran tanto la imagen como la identidad del parque.
Ejecución
Desde estas tres directrices, la renovación integral del parque se orientó para dar respuestas concretas a varias claves principales:
Mejora de la conectividad, la seguridad y accesibilidad, con la apertura de caminos que recorren todo el espacio; la eliminación de escaleras; el derribo de edificaciones obsoletas; la supresión de rincones que alojaban usos conflictivos, y la integración de los usos, distribuyéndolos por el espacio, claramente visible en la pista de atletismo.
Integración de personas de diferentes edades y géneros, gracias a la definición de nuevos espacios estanciales, con múltiples zonas para sentarse, y compuestos por bancos tradicionales y por montañas artificiales, que funcionan tanto como asientos grupales como lugares donde sentarse, tumbarse o jugar.
Diversificación y ampliación de las áreas de juego, transformando las pistas de fútbol y básquet en pistas multiusos, y ampliando las áreas de juego infantil con elementos que puedan usar una diversidad de personas de todas las edades, desde bebés, con los juegos de arena, hasta los mayores, con zonas de columpios y de escalada.