CONSTRUYENDO LA PALABRA, CONSTRUIMOS EL FUTURO

por Paisaje Transversal

por Pedro Bravo*

Construimos nuestra explicación de las cosas con las palabras. Con las palabras, por tanto, construimos nuestra realidad. Como en esa de Indiana Jones en la que Harrison Ford tiene que pasar un precipicio de vértigo y lo hace dando pasos en el vacío. Y a cada paso que da surge un escalón. Eso son las palabras, los escalones sobre los que sostener nuestro conocimiento y avanzar. Pero, como en esos escalones invisibles, conviene creer en ellas, asumir su existencia, su significado.

Una palabra se forma con dos elementos, significado y significante. Lo normal es que ya nos venga el paquete completo por tradición cultural o por traducción de otro idioma. También sucede, por esa manía de la Humanidad de andar inventando cosas, que haya que crear un significante para un significado surgido del ingenio de alguien.Picaporte, por ejemplo.

Menos frecuente es que haya un significante que no tenga un significado definido. Y eso es lo que le pasa a lapalabra sostenibilidad. De un tiempo a esta parte, es una palabra usada por todos, a veces, más que usada, manoseada y sobada. Es un significante que existe y que, sin embargo, no aparecía como tal en elDiccionario de la Real Academia Española de la Lengua(RAE). Cierto es que síestá recogido el adjetivo sostenible, que habla de un proceso“que puede mantenerse por sí mismo, como lo hace, por ejemplo, un desarrollo económico sin ayuda exterior ni merma de los recursos existentes”. Pero no había definición del sustantivo que debería definir nuestro presente para construir nuestro futuro.

Cuando nos dimos cuenta, vimos una oportunidad. Las personas que iniciamos la Plataforma por el reconocimiento de la palabra sostenibilidad pensamos que era una estupenda ocasión para proponer a la gente que participase en la creación del significado de una palabra. No se trataba de protestar ni de exigir a la RAE su inclusión, se trataba de pensar qué queríamos entender por sostenibilidad, cómo lo queríamos expresar y, sobre todo, se trataba de compartirlo. Y así ha sido.

Desde abril de 2009que vio la luz la webwww.sostenibilidadaldiccionario.comhasta ahora que escribo estas líneas,hemos recogido 527 definiciones. Muchas han tratado de ser académicas otras son más bien deseos, anhelos, casi sueños. Todas valen igual porque todas suponen que alguien ha estado reflexionandoun tiempo sobre la palabra y su significado. Y cada una de esas reflexiones es una inversión en sostenibilidad.

No nos lo estamos imaginando. Lo hemos visto. Hemos llevado la iniciativa a eventos como el festival de música Planeta Madrid, las jornadas de cine y medio ambiente Emisión CeroLa Noche en Blanco, donde instalamos unas letras con la palabra sosteniblilidad en la puerta del Instituto Cervantes para que la gente escribiese sus definiciones –definiciones que no están subidas a la web y que, por eso, no cuento en las 527, pero que serán otras tantas-. Hemos comprobado cómo la gente se lo pensaba, cómo pensaba sobre el término, cómo se expresaba con palabras como una forma de expresarse con hechos.

Hace unos días nos enteramos de que la RAE ya incluye en su edición digital (www.rae.es

la definición de sostenibilidad y que lo hará en la vigésimo tercera edición del Diccionario 

que se editará en 2013. ¿La definición? “Cualidad de sostenible”. Es obvio, es lógico y es 

académico. Pero es una pena, o eso nos parece a nosotros. Hemos visto a la gente pensar 

la palabra, soñarla, desearla; hemos recogido cientos de esos escalones sobre los que subir 

hacia un futuro mejor. Ahora queremos compartir esas definiciones con la RAE. Porque las 

palabras las construyen las personas. Como el futuro.

*Pedro Bravoes miembro de la Plataforma para el reconocimiento de la palabra sostenibilidad (http://www.sostenibilidadaldiccionario.com)

Más información sobre la plataforma en http://www.sostenibilidadaldiccionario.com/

Para vermás vídeoscon definiciones http://www.youtube.com/Sostenibilidad09

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4 comentarios

Anónimo 29 octubre, 2010 - 20:19

Hola,

Soy un lector asiduo de vuestro blog y lo cierto es que me ha decepcionado enormemente que os hayáis hecho eco de una iniciativa tan naif y tan poco consistente.

Por una parte porque plantea una visión muy superflua de lo que es la sostenibilidad, dado que basa su definición en escritores, músicos, locutores, actores…todos ellos de gran prestigio y reconocida solvencia en sus campos pero que, por lo visto, no son capaces de entrar en materia como es debido.

La sostenibilidad es una cuestión mayoritariamente técnica y aquí se trata desde un punto de vista lírico-poético. Amén de que todas las aportaciones son bastante tautológicas y de escaso calado más allá del ideario insturado en el subconciente colectivo. Se echa mucho en falta una perspectiva que plantee la cuestión de una manera radical (que remita a la raíz).

En este sentido convendría preguntar más a técnicos ambientales, políticos, geógrafos, ecólogos, biólogos,sociólogos, economistas…que a gente ajena a las disciplinas que se encargan directamente de plantear soluciones y propuesta en torno a la sostenibilidad.

En este sentido recomiendo encarecidamente la lectura a los miembros de ambas plataformas (Paisaje Transversal y sostenibilidadaldiccionario) del siguiente texto escrito por JOSÉ Manuel Naredo, nada más y nada menos que en 1996.

habitat.aq.upm.es/cs/p2/a004.html

De un plumazo resuelve muchas de las dudas y cuestiones que plantea la asociación si necesidad de montar semejante parafernalia.

Y es que como indica él, no es una cuestión lingüistica, si no económica.

Perdernos en debates así solo hace que desviemos nuestros esfuerzos hacia sumideros espirales.

Yo me pregunto, si todo este esfuerzo (sin duda los vídeos, página, acción en la noche en blanco… requieren de mucha dedicación) se hubiese dirigido hacia cuestiones más eficaces como proponer algún tipo de organización para realmente propmover el cambio? o hacia proyectos enmarcados en las buenas prácticas?

Un saludo,

Jon Aguirre Such 3 noviembre, 2010 - 22:32

Ante todo muchas gracias por tu aportación. Lo cierto es que desafortunadamente no estamos recibiendo mucho feedback con el debate, así que que te hayas animado a participar es muy positivo.

En cuanto al artículo que mencionas sí que lo conocíamos y lo cierto es que es fantástico, pues expone de manera muy expeditiva toda la problemática de un termino tan vilipendiado como lo es la sostenibilidad.

Lamentablemente esta palabra se ha convertido en una muletilla con mucho éxito en el ámbito político y de ahí que se use como escusa para cometer o justificar verdaderas barbaridades arquitectónicas y urbanísticas.

En lo que a tu crítica respecta sentimos haberte decepcionado. Entendemos a lo que te refieres y hay algunos puntos de tu argumentación con los que estamos totalmente de acuerdo. Tuvimos nuestros más y nuestros menos a la hora de publicar esto pero consideramos que era bueno hacerlo por dos razones:

-Porque ofrecía una perspectiva alternativa a las que generalmente se suelen manejar

-Y lo más importante que esta plataforma puede hacer llegar a un rango mayor de población el debate sobre la sostenibilidad. Es decir, a la gente de a pie puede llegar a calarle más hondo que un famoso actor, presentador, cantante… le explique lo que es la sostenibilidad que lo haga un prestigioso técnico al que solo se conoce en círculos muy reducidos.

Puede que las definiciones resulten un tanto inocuas, pero creo que hay que valorar esta iniciativa en su justa medida: por su capacidad de difusión y de concienciación para la gente con un grado bajo de expertización en la materia.

ana visaires 4 noviembre, 2010 - 10:41

Gracias por tu intervención y por la aportación del texto de Naredo. Interesante.

Mi única respuesta a tu por qué, es solo, y por qué no.

Por qué deberíamos haber omitido una iniciativa de personas totalmente ajenas al mundo de la arquitectura. Iniciativa que es fiel reflejo de que, si nosotros especulamos con la palabra sostenibilidad, el ciudadano que habita, el usuario final de toda esa parafernalia, no tiene mucha idea o directamente ni lo sabe.

Más de quinientas personas han lanzado su grito naif, sin consistencia. Llamar a algo naif es realmente naif. Que mi abuela escriba en la noche en blanco su concepto más aproximado de la sostenibilidad me parece un acto impagable. Bravo.

Y la culpa de que ellas sean cuasi líricas es nuestra. El pan de cada día es el edificio sostenible, tan verde que conseguirá que sus habitantes sean muy felices; tu promotor pone un gran cartel y sube el precio dos millones de euros y el político repite y da gracias a dios por la sostenibilidad, que nos sacará de la crisis. A pie de calle, es un armagedón.

Claro que todos esos intentos de definición no nos van a ayudar a replantearnos o a introducirnos en un concienzudo debate sobre cuales son los indicadores o sus parámetros, pero nos dan un toque de atención. No generemos términos que no se entiendan y los proclamemos a los cuatro vientos, sin esperar ninguna intromisión. No gusta no entender.

A mí es lo que me resulta fantástico, mezcla la volátil sostenibilidad con la pura realidad: el usuario. Por supuesto, los medios o la campaña son perfectamente discutibles, más o menos acertados. Pero es un intento, un intento ciudadano y lo valoro, simplemente porque no ha habido muchos.

Pedro Bravo 4 noviembre, 2010 - 14:15

Hola a todos.

Me toca participar en este debate como autor del texto que lo sugiere y responsable, en parte, de la idea de la plataforma.

Lo primero que quiero dejar claro es que respeto, y respetamos en esa campaña, las opiniones de todos. De hecho, era una campaña abierta. La persona anónima que ha dejado el primer comentario podría, y aún puede, aportar su definción. Lo mismo que todos los técnicos y expertos. Lo mismo que mi madre o la abuela de Ana.

También se podían sumar empresas, organizaciones, fundaciones, colegios, etc. Era una idea abierta, una plataforma abierta, nunca excluyente.

¿Naif y poco consistente? Cuando empezamos, no nos propusimos dar la definición definitiva de la palabra sostenibilidad. El diccionario de la RAE ya define "sostenible" y definiciones válidas hay muchas, la de Naredo y mil más. Nuestro objetivo era la participación, que la ciudadanía tuviese la oportunidad de reflexionar sobre una palabra clave y que pudiese expresar esa reflexión. Cada uno a su manera, muchos fueron anhelos, deseos, otros intentaron ser más académicos. Había dibujos de niños y fotos de artistas. Los que salen en vídeo, famosos por otras cosas que no son la sostenibilidad, sólo querían apoyar. No dar la definición precisa. Más que 500 personas participaron en la web y otras tantas en La Noche en Blanco. Por ese lado, nosotros estamos encantados con su consistencia.

En cuanto a lo de naif, a mí en según qué casos no me parece peyorativo. Éste es uno. Prefiero ser un ingenuo que hace cosas a un experto que no hace nada (y no es alusión a nadie).

En cuanto a la conveniencia de si este blog debía o no incluir esta iniciativa, no soy quién para opinar. A nosotros nos invitaron a participar y lo hicimos bien a gusto. Bajo nuestro punto de vista, este asunto es lo suficientemente importante como para que nos impliquemos todos, los aquietectos, los técnicos, los economistas, los taxistas, los consumidores… De hecho, sólo si nos implicamos todos se podrá llevar a la práctica la sostenibilidad. Lo demás es sólo teoría.

Ah, hablando de práctica. El esfuerzo y la manera de enfocarlo lo hicimos de forma consciente. Conocemos a expertos en todas las materias y pudimos hacerlo cerrado y teórico. Quisimos abrirlo y sacar el debate a la calle. Creo que lo logramos, en parte.

En cuanto a la importancia de la lengua, creo que existe. La lengua es lo que sirve para expresar las ideas, saber lo que significan las cosas es asumirlas. La palabra es poderosa.

Gracias por dejarnos participar y un saludo.

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