por Ramiro Aznar Ballarín
En 1979 se estrenaba el clásico de la ciencia ficciónAlien. El film, dirigido por Ridley Scott y protagonizado por Sigourney Weaver, tiene un argumento harto conocido para el gran público: la introducción de un organismo extraterrestre en una nave espacial. El ciclo vital de este ser tan interesante (como terrorífico) es uno de sus puntos fuertes, y pienso en él cada vez que como espaguetis. Uno de los estados por el cual pasa este monstruito es el de huevo o mejor dicho, mulitud de huevos (en la figura).
Paseando por las Açores veo porque a las plantas invasoras se las ha bautizado en inglés como“alien species”. Prácticamente la totalidad de la isla de São Miguel está invadida por plantas de estas características. La situación es tal que en las postales turísticas no aparece la vegetación endémica (la laurisilva) sino las flores amarillas de la Conteira (Hedychium gardnerianum). Una herbácea originaria del Himalaya. Sí, repito del Himalaya.
Seguro que cuando se introdujo como planta ornamental se preguntaría ¿Que hace un tipo como yo en un lugar como este?Desde ese día hasta hoy, dicha planta y otras comoCryptomeria(C. japonica), el incienso (P. undulatum) oClethra(C. arbórea) han colonizado completamente los ecosistemas azorianos. En teoría estas plantas como cualquier otra especie introducida tienen el mismo “derecho” de vivir que las especies autóctonas del lugar.
El problema reside, al igual que el Alien de Ridley Scott, en que acaben desplazando y/o eliminando toda la flora (y por tanto, toda la fauna) endémica del lugar.