El 2015, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó de manera oficial la Agenda 2030, un documento establece una serie de compromisos globales con los que poner fin a la pobreza y garantizar un desarrollo sostenible e igualitario para 2030. Se estructura según cinco ejes, conocidos como «las cinco P» por su denominación en inglés, y que suponen los principales temas y líneas de acción del documento Planet, People, Prosperity, Peace, Partnership (Planeta, Personas, Prosperidad, Paz y Alianzas).
Su redacción supuso un proceso de consulta internacional sin precedentes, coordinado por las Naciones Unidas, que comenzó en 2012 y que terminó cristalizándose en 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), de aplicación universal, que se desglosan en 169 metas y 232 indicadores de seguimiento. Estos diversos objetivos suponen ese compromiso que los países firmantes han de perseguir; algo que, en la práctica, significa dirigir las políticas de la comunidad internacional en el periodo 2016-2030.
De los ODM a los ODS
Los ODS son una evolución de los 8 Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), establecidos en la Cumbre del Milenio de las Naciones Unidas en el año 2000. Aquel hito estableció un periodo de tres lustros para conseguir esos ODM y sus metas asociadas que tenía a 2015 como año límite para alcanzarlos. Si bien durante ese periodo se consecharon numerosos éxitos, todavía queda trabajo por hacer, de manera que con los ODS se quiere revalidar y profundizar aquellas conquistas al tiempo que se abren nuevas metas.
Además, a diferencia de los ODM, dirigidos a países en desarrollo, los ODS presentan un carácter más universal y reclaman a todos los países, independientemente de su nivel de riqueza y grado de desarrollo, a proponer medidas que premitan el desarrollo sin comprometer el futuro del planeta, avanzando en aspectos como la sostenibilidad, la reducción de la pobreza y la desigualdad, la lucha contra el cambio climático.
Los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible
Los17 ODS recogidos por la Agenda 2030 son:
- ODS 1. Poner fin a la pobreza en todas sus formas en todo el mundo
- ODS 2. Poner fin al hambre, lograr la seguridad alimentaria y la mejora de la nutrición y promover la agricultura sostenible
- ODS 3. Garantizar una vida sana y promover el bienestar para todos en todas las edades
- ODS 4. Garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos
- ODS 5. Lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y niñas
- ODS 6. Garantizar la disponibilidad de agua y su gestión sostenible y el saneamiento para todos.
- ODS 7. Garantizar el acceso a una energía asequible, segura, sostenible y moderna para todos
- ODS 8. Fomentar el crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible, el empleo pleno y productivo, y el trabajo decente para todos
- ODS 9. Desarrollar infraestructuras resilientes, promover la industrialización inclusiva y sostenible, y fomentar la innovación
- ODS 10. Reducir la desigualdad en y entre los países
- ODS 11. Lograr que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles
- ODS 12. Garantizar modalidades de consumo y producción sostenibles
- ODS 13. Adoptar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos
- ODS 14. Conservar y utilizar de forma sostenible los océanos, los mares y los recursos marinos para lograr el desarrollo sostenible
- ODS 15. Gestionar sosteniblemente los bosques, luchar contra la desertificación, detener e invertir la degradación de las tierras, detener la pérdida de biodiversidad
- ODS 16. Promover sociedades justas, pacíficas e inclusivas
- ODS 17. Revitalizar la Alianza Mundial para el Desarrollo Sostenible
Una nueva hoja de ruta
Si bien los ODS no tienen una vinculación jurídica, Naciones Unidas insta a las autoridades mundiales a que se apropien de ellos y establezcan su propia regulación para que poder avanzar en la consecución del mayor número de ellos. De esta manera, las políticas de los propios países suponen un papel crucial en la implementación y localización de los ODS, así como en el seguimiento y evaluación de los avances que se produzcan en los próximos años.
En consecuencia, cada Estado miembro tiene la tarea de impulsar la implementación de la Agenda a través de los instrumentos específicos que considerase: estrategias, planes o políticas nacionales. Así, los 17 ODS determinarán en última instancia las hojas de ruta a seguir durante los próximos años por los países y regiones de todo el mundo en materias tan amplías salud, igualdad o clima.
La Nueva Agenda Urbana
Es importante destacar que la propia ONU ha señalado la importancia de la integralidad de la Agenda 2030, al afectar a todos los niveles de gobierno: regional, nacional, subnacional y local. De esta manera, la declaración reconoce el papel de los actores locales y municipales —esto es, de ciudades, pueblos y territorios— en la planificación, ejecución y rendición de cuentas en el cumplimiento de los ODS.
La propia Agenda 2030 lo reconoce en el ODS11, «Ciudades y comunidades sostenibles», que persigue garantizar que los asentamientos urbanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles.
Para apoyar esta idea, y como consecuencia directa del ODS11, la ONU impulsó la redacción de la Nueva Agenda Urbana (NAU), un texto resultado de la participación de numerosos organismos internacionales y locales durante dos años y que culminó con su aprobación durante la Conferencia HÁBITAT III, celebrada en Quito el 17 al 20 de octubre de 2016.
La NAU es un documento estratégico destinado a orientar los esfuerzos en materia de desarrollo de las ciudades para los próximos 20 años. Su aprobación busca promover ciudades más incluyentes, compactas y conectadas mediante la planificación y diseño urbano, gobernanza y legislación urbana, y la economía urbana. En este sentido, la NAU establece el marco estratégico conceptual de ámbito mundial que marcará la pauta el diseño de las políticas urbanas en los países de la ONU.
De cara a su implementación, la Agenda 2030 y la NAU plantean un desarrollo en cascada que va de lo global hasta lo regional. Para lograrlo, se encomienda a los diferentes organismos internacionales y países a elaborar sus propias Agendas Urbanas, como es el caso de la Agenda Urbana de la Unión Europea (aprobada en 2016 a través del Pacto de Ámsterdam) y, posteriormente, la Agenda Urbana Española (AUE).
La Agenda Urbana Española: herramienta para implementar los ODS
De esta manera, y como ya hemos indicado en alguna ocasión, la AUE traduce los ODS de la Agenda 2030 para poder localizarlos e implementarlos a escala local. De hecho, tal y como refleja el «Plan de Acción para la Implementación de la Agenda 2030: Hacia una Estrategia Española de Desarrollo Sostenible«, elaborado por el Gobierno de España, la AUE es una de las políticas palanca para impulsar la Agenda 2030: la AUE es un documento destinado a “acelerar la implementación de los ODS, impulsar un desarrollo sostenible coherente y alcanzar un impacto más rápido y sostenido sobre aspectos clave para el progreso en el conjunto de la Agenda 2030”.
Para aclarar aún más este proceso de traslación, la AUE ha desarrollado una serie de tablas donde se identifican los vínculos de cada uno de sus 10 Objetivos Estratégicos (OE) con las metas, objetivos y líneas de actuación de las distintas Agendas internacionales, indicando cómo se alinean cada uno de sus OE con los 17 ODS de la Agenda 2030, sus respectivas metas y el resto de los documentos internacionales a los que responde.
Esta tabla tiene como principal función facilitar el trabajo de localización de las metas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 a escala local y garantizar la completa alineación entre Agendas y el resto de documentos internacionales, lo que representa, además, una ventaja indudable, dada la gran complejidad de trasladar las grandes metas internacionales en una escala urbana o regional.