El reto de activar y mejorar los espacios públicos de nuestras ciudades

por Paisaje Transversal

¿El espacio público no existe? Si bien el en su acepción política, que lo define como la esfera de coexistencia y socialización de la diversidad social, a la hora de trasladarlo a su materialización física podemos pensar que no sea más que una entelequia, una leyenda urbana. Como ya hemos apuntado en alguna otra ocasión, su evolución desde el Ágora como ejemplo paradigmático (y manido) hasta lo que hoy se han convertido nuestras plazas, dista mucho de responder a las aspiraciones definidas por grandes teóricos del concepto como Anna Harendt, Jürgen Habermas o Manuel Delgado. Basta con recorrer las calles, plazas o parques de nuestras ciudades para comprobar cómo no se corresponden con su caracterización teórica. Así, las diferentes dimensiones de su privatización han ido despojando al espacio público de sus cualidades originales, hasta prácticamente anularlo en muchas ocasiones. Las denominadas “plazas duras”, tan habituales en nuestros municipios, son la mejor muestra de ello.

Sin embargo, el espacio público es un elemento esencial para la construcción de una ciudad más democrática y habitable. Y, desde luego, uno de los grandes retos del urbanismo y de las Administraciones Públicas locales en los próximos años será cómo promover el diseño de un espacio público lo más inclusivo, diverso y activo posible. Pero, ¿cómo podemos conseguir que los espacios públicos sean entornos que potencien la actividad social y los lazos comunitarios? ¿Es realmente posible hacer de las inertes plazas y calles de nuestras ciudades lugares llenos de vida urbana? 

En Paisaje Transversal estamos convencidos de que sí y por ello llevamos años reflexionando y trabajando para que estas transformaciones sean posibles. Así nuestras primeras reflexiones teóricas se hicieron tangibles en 2012 a través de #EgiaMapa, un proceso que desarrollamos de la mano de Tabakalera para la activación de espacios en desuso y vacíos en el barrio de Egia de Donostia-San Sebastián a través de tres herramientas: una cartografía colaborativa, un catálogo de espacios en desuso y un protocolo de activación de los mismos.

A partir de aquí comenzamos un periodo de reflexión dirigido a la incorporación de la población no sólo en los procesos de activación, gestión y programación del espacio público, sino también en el diseño y transformación física del mismo. De ahí surgió la metodología de la “Triple Dimensión”, en la que sintetizamos muchos de los aprendizajes (propios y ajenos) para dar forma a un procedimiento que nos permitiera intervenir de manera colectiva en proyectos de esta escala. Esta manera de trabajar la pusimos en práctica en los procesos de diseño colaborativo para la remodelación de los parques JH y Pradogrande en Torrelodones. Gracias a estos proyectos hemos ido evolucionando y mejorando esta manera de trabajar, incorporando nuevas capas de complejidad con vistas a que las transformaciones propuestas fueran lo más inclusivas, diversas y abiertas posibles.

De esta manera, en septiembre iniciamos un nuevo proceso en el barrio Amara Berri de Donostia-San Sebastián, que nos ha permitido dar una vuelta de tuerca más y hacer avanzar nuestra metodología. Nos referimos al Plan de Activación y Mejora del espacio público del barrio. Apodado PAM! Por sus siglas.

PAM! Amara Berri

El Plan de Activación y Mejora (PAM!) del espacio público de Amara Berri tiene como objetivo es definir estrategias y actuaciones para mejorar el atractivo del espacio público del barrio y potenciar su utilización. Para ello se identificacarán necesidades y propuestas de la población y se elaborará un diagnóstico que recoja las problemáticas y potencialidades del espacio público de Amara Berri. Entre los objetivos, definir estrategias y actuaciones para mejorar el atractivo del espacio público de Amara-Berri y potenciar su utilización. El Plan combinará aspectos técnicos del análisis y diseño urbanos, junto a la participación ciudadana. Al diagnóstico se incorporará una perspectiva de género interseccional, con vistas a que las propuestas de mejora sean lo más inclusivas posibles: perspectiva de género, personas migrantes, de la diversidad cultural, visiones de mayores y menores, y puntos de vista de personas con diversidad funcional, física y e intelectual.

En este proceso y gracias a actividades participativas, vamos a  analizar junto al tejido vecinal del barrio nuestras propias prácticas cotidianas, para detectar problemáticas y necesidades asociadas al espacio público y, al mismo tiempo, buscaremos ampliar la mirada hacia otros cotidianos y otras subjetividades, tal vez periféricas. Necesitamos detectar las desigualdades y evitar que el diseño de los espacios públicos las favorezca. Probablemente esta reflexión nos servirá para darnos cuenta de que no hay soluciones universales, y que para mejorar nuestros espacios públicos tendremos que ahondar en sus particularidades.

Durante estos últimos meses de trabajo, y como parte de la fase de diagnóstico, hemos podido entrevistarnos con distintas asociaciones y colectivos del barrio, entre las que se incluyen grupos de mujeres, asociaciones de diversidad funcional, colectivos de personas mayores, asociaciones de personas migrantes y racializadas, etc. consiguiendo gracias a  ellas información cualitativa de gran relevancia para entender Amara Berri.

Pero la perspectiva de vecinas y vecinos no asociados es también fundamental. Para integrarla en el análisis del barrio, se están desarrollando distintas acciones:

  • Se han habilitado buzones con cuestionarios en los principales equipamientos del barrio y en algunos de sus comercios, donde las personas usuarias pueden dejar su opinión y responder a una serie de preguntas que nos ayudarán a comprender las dinámicas cotidianas del barrio.
  • Se están realizando encuestas a pie de calle, poniendo especial hincapié en conseguir la opinión de algunas vecinas y vecinos que, de otra forma, sería difícil escuchar.
  • Como acción colectiva, el próximo sábado 10 de noviembre realizaremos una dinámica de  mapeo colectivo por las calles del barrio, en el que analizaremos sobre el terreno el estado de los espacios públicos y compartiremos percepciones y propuestas.

Análisis urbano integral

Paralelamente a estas acciones participativas, estamos realizando un análisis técnico integral del barrio que sigue la metodología de la triple dimensión del espacio público, estructurado en tres temas interconectados: accesibilidad y conectividad, confort e imagen, usos y gestión.  Partimos, para elaborarlo,  de información estadística, estudios municipales y supramunicipales en distintas materias (urbanas, sociales, de movilidad e infraestructuras, económicas, etc), planos y cartografías y trabajo de campo, que procesamos gracias a herramientas SIG y a indicadores técnicos de sostenibilidad, para aproximarnos a una descripción cuantitativa del barrio.  Entendiendo el alcance de esta aproximación, prestamos especial atención a cómo la información cuantitativa que nos ofrecen los indicadores puede apoyar la lectura del barrio desde las distintas perspectivas (género, infancia, personas mayores, diversidad funcional y diversidad cultural). Será el cruce de la información técnica y la ciudadana el que nos permitirá, gracias al contraste o la reafirmación, definir el diagnóstico del espacio público de Amara Berri. Para ello, una vez recabada la información cuantitativa, fruto de los análisis técnicos, y la cualitativa, proveniente de la experiencia y la observación crítica (individual y colectiva) de vecinas y vecinos, nos apoyaremos en la herramienta [InPar] de Indicadores Participativos. Esta herramienta, desarrollada por Paisaje Transversal,  nos permitirá realizar una lectura complementaria de la información técnica y ciudadana, y procesarla para obtener una radiografía integral de la complejidad del espacio público, capaz de sugerir las claves generales para la futura transformación urbana, sin obviar las distintas singularidades y particularidades imprescindibles para construir un diagnóstico inclusivo.

Este diagnóstico será la base para la siguiente fase, cuando llegue la hora de diseñar de forma colaborativa acciones de mejora del espacio público.  Trabajaremos entonces con la imaginación colectiva y las distintas perspectivas, y con un diseño técnico sensible y comprometido, para plantear actuaciones que transformen el espacio público y lo hagan más inclusivo, atractivo, activo y diverso, como base para una ciudad habitable y democrática. Acciones participativas Como se ha descrito más arriba, entro del proceso se han habilitado diferentes canales y espacios de participación ciudadana. Entre ellos destacan dos acciones abiertas a todo el público vinculadas a la fase de diagnóstico primero, y diseño de propuestas después.

  • Mañara, sábado 10 de noviembre, realizaremos un mapeo colectivo junto al tejido vecinal de Amara Berri y distintos agentes para analizar sobre el terreno las problemáticas y necesidades del espacio público y realizar propuestas de mejora y activación.
  • El 15 de diciembre se realizará un taller de diseño colaborativo de propuestas para la mejora y activación del espacio público del barrio.

Más información

Web del Ayuntamiento:

https://www.donostia.eus/ataria/es/web/partaidetza/detail/-/visualizarProcesos/detail/viewDetail/4

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