Las actuales tendencias de crecimiento de población urbana representan diversos retos a abordar: combatir la desigualdad; garantizar el acceso asequible a la vivienda; plantear políticas que hagan frente a la inseguridad o el desempleo; promover un modelo de transporte que evite la congestión urbana y plantee nuevas formas de movilidad sostenible; actuar frente a los problemas sociales, económicos y ambientales que plantea la crisis climática.
Una planificación urbana sostenible e integral representa, por tanto, una necesidad a fomentar; el urbanismo debe ofrecer nuevas herramientas, con una perspectiva participativa que incluya a ciudadanía, instituciones públicas y empresas privadas en el proyecto de ciudad por venir. Desde ahí, se trata de incentivar y propiciar iniciativas y políticas que promueven, ya desde hoy, un desarrollo sostenible, resiliente e inclusivo en las ciudades para la construcción de un futuro más sostenible.
Metodologías para una planificación urbana integral
Paisaje Transversal fomentamos en nuestros proyectos la participación, la colaboración, la horizontalidad, la ecología, la perspectiva feminista y la utilización de las nuevas herramientas digitales para el desarrollo de propuestas urbanas, sea cual sea la escala de trabajo. La idea es ofrecer una visión compleja, densa, continua y compacta de la ciudad, tal y como propone Ramón López de Lucio.
Las metodologías y herramientas de trabajo que proponemos apuestan por la transdisciplinariedad, la participación ciudadana, el uso de nuevas tecnologías y la resilencia. Estos son principios fundamentales para la innovación urbana que deberían tener todos los y las profesionales en mente a la hora de planificar las ciudades.
El objetivo final de su aplicación es Escuchar y Transformar la ciudad, desarrollando tanto un diagnóstico participativo, que vincule aspectos cuantitativos junto a los deseos de la población, como la formulación de estrategias al diseño colaborativo, definiendo planes, proyectos y actuaciones concretas, todo ello en un proceso continuo de retroalimentación, que vuelve a la escucha a través de procesos de evaluación y seguimiento que orientan las futuras transformaciones.
Tanto a través de este blog como en publicaciones, las hemos compartido a fin de facilitar y promover procesos de participación ciudadana. La Metodología DCP, Difusión (D), Ciudadanía (C) y Proyecto participativo (P); la metodología de la Triple Dimensión del espacio público, o la herramienta [InPar], Indicadores Participativos, establecen pautas de trabajo participativas e integrales que, al tiempo, definen ciertos protocolos revisables que pueden ser fácilmente replicables en otros contexto.
De la misma manera, nos interesa divulgar, todas aquellas metodologías y herramientas que propongan nuevos escenarios de trabajo y avancen a un futuro urbano sostenible que, como dijimos más arriba, actúe ya frente a los retos futuros.
¿Cómo promover el desarrollo urbano sostenible a nivel local? El método URBACT
Para responder preguntas como está y avanzar hacia un desarrollo sostenible, URBACT ha planteado un método de trabajo con la que definir estrategias, herramientas y claves para que las ciudades, sea cual sea su tamaño, puedan impulsar una planificación urbana integral capaz de afrontar retos urbanos, actuales y futuros, como los apuntados más arriba.
Este método se basa en tres pilares básicos: la integralidad, la participación ciudadana y el intercambio transnacional.
Integralidad
Su finalidad es conectar soluciones y evitar la creación de nuevos problemas. Un enfoque integral considera y combina un número de diferentes dimensiones: cooperación vertical, entre todos los niveles de gobierno y los actores locales; cooperación horizontal, entre las áreas de política y los departamentos del municipio; cooperación territorial, entre barrios municipios cercanos, zonas rurales y regiones, y el equilibrio entre lo duro y lo blando (lo duro significa la inversión en infraestructura y lo blando se centra en el factor humano, como las habilidades y la creación de redes).
URBACT propone cinco niveles de integralidad en el desarrollo urbano:
- Política: integra aspectos económicos, sociales y medioambientales, con soluciones compartidas que minimicen las externalidad negativas.
- Horizontal: desarrolla partenariados a nivel local, poniendo juntos a trabajar sobre un tema a los principales actores locales.
- Vertical: alinea políticas, intervenciones y financiación, trabaja en la cadena vertical de gobernanza, asegura la coherencia y prevé la escala/magnitud.
- Territorial: desarrolla la cooperación entre ciudades adyacentes en áreas urbanas funcionales, minimizando el efecto borde y el desplazamiento de problemas.
- Inversiones duras y blandas: evita compartimentos estancos y acciones aisladas, integrando las inversiones físicas y las inversiones en recursos humanos. Un ejemplo de esto son los FEDER+FSE.
Participación
Es un enfoque que reconoce la voz de todos aquellos que tienen interés en la ciudad; implica la participación ciudadana, la cocreación y un diálogo a varios niveles. La participación pública es una dinámica positiva en la que todos los miembros de la comunidad local participan en el impulso del cambio.
En las redes URBACT la participación ciudadana se articula principalmente a través de los Grupos Locales URBACT (URBACT Local Group, ULG). Estos grupos están compuestos por representantes de los sectores sociales, económicos y ambientales del municipio: personal técnico municipal de la ciudad, tejido vecinal, asociaciones y colectivo, ONG, PYME, universidades, ciudadanía a título individual y otras partes interesadas. Su objetivo es aterrizar y adaptar a nivel local las ideas y soluciones elaboradas a través de los encuentros transnacionales, de manera que la innovación generada mediante el intercambio internacional se vincule a las necesidades y problemáticas locales.
Así, los interesados trabajan juntos con el municipio, con el objetivo de mejorar la vida en la ciudad todos juntos; intentan encontrar soluciones creando un verdadero sentido de corresponsabilidad y propiedad.
Aprendizaje en acción
Este punto permite un mejor conocimiento y habilidades trabajando con compañeros, resolviendo problemas concretos mediante el diseño y la prueba de acciones. Esto incluye la gestión del ciclo de políticas desde la planificación, la identificación de recursos y la asignación de medidas para la aplicación y el seguimiento de las políticas, evaluando el impacto y retroalimentando las lecciones aprendidas.